El presidente Barack Obama renovó este viernes por un año más la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, un estatuto de 1917 que sustenta el embargo económico impuesto a Cuba.
La prórroga implicaría que Obama mantiene su autoridad para relajar las sanciones a Cuba mediante decretos ejecutivos.
El Presidente tenía que decidir antes del próximo lunes, 14 de septiembre, si prolongaba las sanciones a Cuba bajo la llamada "Ley de Comercio con el Enemigo", un estatuto de 1917 al que el presidente John Kennedy recurrió en 1962 para imponer el embargo económico a la isla y que han renovado, año tras año, los nueve siguientes presidentes estadounidenses.
Cuba es actualmente el único país del mundo sancionado bajo esa ley, que autoriza al presidente de Estados Unidos a imponer y mantener restricciones económicas a Estados considerados hostiles.
En un memorando enviado este viernes a los secretarios de Estado y del Tesoro, Obama explica que su decisión de prorrogar por un año más la ley, hasta el 14 de septiembre del 2016, está "en el interés nacional" de Estados Unidos.
La "renovación" de la Ley de Comercio con el Enemigo "maximiza la flexibilidad del Presidente para administrar el embargo a Cuba y autorizar determinadas transacciones", precisó a la agencia EFE un alto funcionario del Gobierno. A continuación, agregó que esa flexibilidad "es fundamental" para "el compromiso" del Gobierno de Obama de ayudar al pueblo cubano "a
determinar libremente su propio futuro".
Por otro lado, Peter Boogaard, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, señaló en otra declaración que Obama "sigue creyendo que el Congreso debería levantar el embargo a Cuba", y ya ha tomado una serie de medidas para "normalizar las relaciones" con la isla.
Boogaard detalló que, "hasta que el Congreso actúe, la Administración seguirá tomando medidas prudentes y responsables para permitir el comercio y los viajes" con Cuba dentro de las "limitaciones" que impone el embargo.