Otro incendio impacta desde el sábado unas 100 hectáreas de la provincia Holguín, en la zona montañosa de Pinares de Mayarí, con grave peligro para la flora y fauna de la zona.
“Vuelve a ocurrir otro incendio, aparentemente con mayores potencialidades de crecer, de estar descontrolado, porque en pocas horas ha ocupado un área tremenda. Los vientos fuertes que están azotando esta región, en los últimos días, están contribuyendo con una sequía prolongada por más de tres meses”, indicó a Radio Televisión Martí, el biólogo y periodista independiente Osmel Ramírez, desde el municipio mayaricero.
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El siniestro, que amenaza a los poblados Pueblo Nuevo y Vivero 2, donde habitan más de 600 personas, condujo a la evacuación de mujeres embarazadas, menores de edad y ancianos.
“No hay pruebas de que haya intencionalidad en los incendios. Probablemente sea negligencia. Cualquier cosa puede detonar un incendio y con los vientos tan fuertes se propaga con facilidad en medio de tanta sequía que mantiene en estado de combustión prácticamente esos bosques”, señaló el comunicador.
A finales de enero, un primer fuego devoró más de mil hectáreas de bosques, en la zona El Prado, área montañosa ubicada a más de 700 metros de altura, en el municipio Mayarí.
Sobre la dificultad para combatirlo, las autoridades locales explicaron a la Agencia Cubana de Noticias que “el predominio del ‘pino cubensis’, la abundancia de material orgánico vegetal, el mal estado de los caminos, las rachas de vientos de hasta 60 kilómetros por hora y los efectos de la sequía en los últimos cuatro meses” favorecieron la intensidad de las llamas.
Lee también Incendio forestal, una amenaza para los parques naturales en CubaDe acuerdo a Ramírez, otro incendio se desató el domingo en el Consejo Popular de Guayabo, en el mismo municipio:
Arde “en las inmediaciones de las montañas y bosques que están en fincas particulares y todavía están tratando de controlarlo 24 horas después. Se trató de minimizar el efecto en las viviendas y en la parte productiva, pero ha sido una labor comunitaria tremenda. Mucha gente ha colaborado, sin contar con los recursos de los bomberos porque están volcados hacia Pinares de Mayarí. Un carro bombero intentó presentarse en la localidad, pero se descompuso antes de llegar”, dijo.
La prensa estatal no ha informado sobre otros tres incendios que se esparcen en la región.
“Según comentarios de bomberos, hay cinco incendios en la región, lo que de los otros tres no hay reportes oficiales”, detalló Ramírez.
Al parecer, el de mayores proporciones es el que está sucediendo en Pinares de Mayarí, donde bomberos, guardabosques, trabajadores forestales y de salud pública y la misma población, tratan de apagar y frenar su avance hacia las zonas cercanas al campamento de La Presa, el Centro de investigación para la montaña y el Motel Pinares.
“La cuestión es que, al incendio de Pinares, por ejemplo, ha habido visitas de los dirigentes de la provincia que están allí volcados evacuando un pueblo que está en peligro de ser tragado por las llamas y tratando de evitar que el fuego llegue a instalaciones del turismo que hay en Pinares e instalaciones científicas y de flora y fauna”, subrayó el biólogo.
“Está afectando, mayormente, áreas boscosas que tienen valor comercial y desde el punto de vista de la biosfera, de la ecología, el impacto ambiental va a ser tremendo, porque Pinares es un reservorio de fauna silvestre, de muchas especies endémicas y autóctonas. Incluso hay un parque nacional La Mensura, que está siendo ya amenazado”, precisó.
El Parque Nacional La Mensura es un área protegida desde 2008, situado en la Sierra de Nipe, se expande a través de 8.486 hectáreas.
Estimaciones del Cuerpo de Guardabosques de Cuba, prevén hasta mayo del 2023, de 320 a 445 incendios forestales, que pudieran afectar de cuatro mil trescientas a seis mil hectáreas. En enero de este año, se registraron más de 80 incendios forestales.