Al menos una firma de productos médicos recibió la semana pasada autorización del gobierno de Estados Unidos para distribuir un test de emergencia que permite saber, mediante la identificación de anticuerpos, si una persona enfermó de coronavirus o estuvo expuesta a la enfermedad.
El resultado del examen debe obtenerse entre 15 y 20 minutos.
Ya hay varias compañías que están pidiéndole permiso a la Agencia de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA) para comercializar una versión casera del test, semejante al que sirve para determinar un embarazo. La prueba que empezó a aplicarse masivamente el jueves de la semana pasada en varias ciudades estadounidenses no identifica anticuerpos, sino rastros del propio virus en el organismo.
La FDA le dio licencia a Cellex Inc., una firma con oficinas en Carolina del Norte y en dos ciudades chinas (Shenzhen y Suzhou) para distribuir su test en laboratorios autorizados, según la carta enviada al presidente de la compañía, James X. Li. Los exámenes se harán por prescripción médica, reporta la revista especializada FierceBiotech.
El dispositivo procesa la muestra de sangre en busca de dos tipos de anticuerpos: IgM e IgG. “Los anticuerpos IgM contra el SARS-CoV-2 son generalmente detectables en sangre varios días después de la infección inicial, aunque los niveles en el transcurso de la infección no están bien determinados”, dice la carta de la FDA.
“Los anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2 se vuelven detectables más tarde después de la infección. Los resultados positivos para IgG e IgM podrían obtenerse después de la infección y pueden indicar infección aguda o reciente”, añade.
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De acuerdo con el Dr. Manrique Iriarte, de las clínicas Wellmax en Miami, hay varias maneras de detectar la presencia de un virus en sangre. La que empezó a aplicarse la semana pasada se llama PCR, Polymerase Chain Reaction, o reacción en cadena de polímeros, una técnica de biología molecular basada en el uso de muestras de ADN y usada en varios tipos de exámenes.
“Ahora, la última aprobada por la FDA, es una prueba que en vez medir las partículas virales, lo que mide son los anticuerpos que el organismo produce para defenderse del virus”, explica el Dr. Iriarte. “O sea, la inmunidad que genera el virus en el organismo”.
Esto tiene un valor diagnóstico, porque daría una medida de la cantidad de personas que han contraído el COVID-19, tratándose de una enfermedad que tiene tantos pacientes asintomáticos o con síntomas leves que la han sufrido y no se han dado cuenta.
Lee también 320 casos de COVID-19 en CubaEl test que rastrea los anticuerpos “tiene un valor epidemiológico grande, porque también va a darnos una estimación más amplia de la envergadura que ha tenido la enfermedad”, manifiesta.
“También tiene un valor diagnóstico no solamente epidemiológico, sino práctico, ya que muchísima gente podría incorporarse a sus labores, sobre todo los trabajadores de la salud, con un poco de menos temor, pues se sabe que a la persona que contrajo la enfermedad en la inmensa mayoría de los casos no le va a repetir”.
Eso no es cien por ciento seguro, pero en medicina hay muy pocas cosas que son cien por ciento seguras, advierte.
Lee también El gobierno de EEUU recomienda uso de máscaras por el coronavirus“Y por último tiene otro valor diagnóstico, ya que ninguna prueba [del coronavirus] es cien por ciento concluyente”, continua el Dr. Iriarte. “Muchas que dan negativas no quieren decir definitivamente que uno no tuvo la enfermedad; [el negativo] puede haber sido por la baja sensibilidad de la prueba en sí. La medida de los anticuerpos conjuntamente con la detección de partículas virales aumenta las posibilidades diagnósticas de la enfermedad”.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que encabeza el equipo especial de trabajo de la Casa Blanca en la lucha contra el COVID-10, dijo el viernes en la acostumbrada conferencia de prensa dedicada al tema que el gobierno pagará todas las pruebas relativas al coronavirus, y también cualquier tratamiento de la enfermedad hasta 60 días, incluso a quienes no tengan seguro médico.
El secretario de Salud, Alex Azar, declaró que Washington ha destinado 100 mil millones de dólares a los proveedores de salud, y subrayó que muchos de ellos están probando terapias experimentales en la lucha contra la enfermedad.