El gobierno cubano incumplió el plan anual en las producciones básicas para el sustento de la población, tales como el arroz, frijoles, la leche y sus derivados y la carne de cerdo.
A finales del mes de octubre las autoridades decidieron topar los precios a los cuentapropistas que operan en los agromercados, y esta medida junto a la incertidumbre sobre la unificación monetaria ha provocado que se dispare el precio y la escasez de alimentos en el mercado informal, principal suministrador de la mayoría de los cubanos.
El pasado jueves en una intervención en el espacio televisivo Mesa Redonda, el ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, intentó justificar nuevamente a las tiendas que venden exclusivamente en dólares cuando dijo que es “una solución no deseada”, pero que se “ajusta a las circunstancias actuales” e incluso las presentó como “una decisión de justicia social y de socialismo”.
Residentes en varias provincias de la isla entrevistados por Radio Televisión Martí concluyen que en los mercados estatales no hay absolutamente nada y las tiendas dolarizadas no resuelven las necesidades de la mayoría de los cubanos que no tienen acceso a la moneda libremente convertible.
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En el territorio de Guantánamo, en el mercado estatal no hay nada y en el informal, un litro de aceite para cocinar alcanza los 100 pesos en moneda nacional, dice el activista Henry Couto.
“No hay ni azúcar en ninguna cafetería estatal de la ciudad de Guantánamo, no hay absolutamente nada que comer y en el mercado informal los precios continúan cuesta arriba cada vez más”, apuntó Henry.
Desde Bayamo, el campesino Emiliano González informa que es total el hostigamiento en contra de los carretilleros que venden viandas y otros productos, ya no se ven en las calles, y en las últimas cuatro semanas se duplicaron los precios.
“Cuatro ajíes y tomates tiene un valor de hasta 60 pesos en esta zona oriental, tenemos colas inmensas y personas muy dolidas porque las cosas se agotan y no hay alimentos”, señaló el agricultor.
El municipio de Baraguá en Ciego de Ávila, el faltante de alimentos es alarmante, no hay nada que comprar y los campesinos, lo poco que comercializan, lo hacen de forma clandestina, cuenta el residente Leonit Carbonell.
“Los frijoles y el arroz están perdidos y los cuentapropistas están vendiendo ocultamente y te puede costar fácilmente cincuenta pesos una libra de carne de cerdo, cuando aparece porque no la hay”, dijo el activista.
Dos semanas llevan los vendedores de carne de cerdo en la calle Independencia, en la ciudad de Sancti Spíritus en una especie de “Huelga Silenciosa”, debido a que el gobierno puso límites al precio de la libra a 30 pesos, sin embargo, la libra en pie le cuesta a estos emprendedores 30 pesos, no da la cuenta, si además tienen que pagar diariamente el 10 por ciento de lo que venden, más la transportación y el alquiler de la tarima, reporta el comunicador Adriano Castañeda.
“No hay carne de cerdo y cuando aparece por fuera, alcanza los 60 pesos la libra. El territorio espirituano es uno de los principales productores de granos en el país, y en estos momentos si encuentras una libra de cualquier frijol te cuesta 60 pesos en moneda nacional, hace un mes costaban 25”, comentó Adriano.
La Habana también sufre la falta de alimentos, la incertidumbre y el malestar social en contra de las Tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), alerta el periodista independiente Vladimir Turró.
“Estamos hablando de que una libra de malanga, que hace algunas semanas costaba ocho pesos, ahora está en 15, y no aparece, todos los precios han aumentado y también los productos de primera necesidad han adquirido un valor astronómico”, comentó Turró.
Y en Los Palacios, Pinar del Río, ya aumentaron los precios de lo poco que ofertan por la canasta básica, concluye el campesino Esteban Ajete.
“La canasta básica, lo poquito que dieron en la primera semana de diciembre, chícharos, café mezclado, azúcar, y un poquito de aceite, tuvo un valor de 96 pesos para el núcleo de cuatro personas, podrás imaginarte qué se puede esperar del costo de los alimentos en el mercado informal, es muy compleja la situación que tenemos”, dijo el campesino.