Autoridades cubanas negaron este lunes, una vez más, la visita familiar al líder opositor y preso político José Daniel Ferrer, encarcelado en la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, desde el 11 de julio de 2021.
Su esposa, la doctora Nelva Ismaray Ortega, relató a Radio Martí la tristeza que sintió por no poder visitarlo "aunque sea por un instante". Ortega dijo que, junto a su pequeño hijo y un amigo de la familia, estuvo esperando desde las once de la mañana hasta las siete de la noche afuera de la cárcel, con la esperanza de visitar a su esposo.
"No se nos da derecho desde el pasado 27 de mayo", lamentó la opositora.
Según familiares, desde esa fecha a Ferrer le fueron suspendidas las llamadas telefónicas, las visitas familiares y los pabellones conyugales, y sólo se le han permitido cortos contactos con su esposa e hijos.
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La familia del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) también ha denunciado las pésimas condiciones en las que se encuentra el opositor durante los 15 meses que lleva confinado en una celda de castigo, "aislado del mundo exterior y del resto de la población penal, sometido a torturas físicas y psicológicas, sin derecho a tener ni papel ni lápiz".
La también activista denunció que el pasado miércoles, 9 de noviembre, un agente del régimen se acercó a la vivienda de sus padres, en Santiago de Cuba, para decirle que este lunes 14 se le autorizaría una vista familiar a su esposo, entregándole, además, una carta de él con las cosas que necesitaba. Sin embargo, según Ortega, las autoridades alegan que niegan la visita porque Ferrer "se resiste a ponerse el uniforme de preso común".
El preso político decía en la carta que las autoridades le habían concedido cuatro de los reclamos que estaba haciendo: "visita familiar cada 25 días, las matrimoniales cada treinta, diez minutos de llamada telefónica cada viernes y recibir hojas blancas, lápices y bolígrafos".
José Daniel Ferrer, uno de los 75 presos políticos de la Primavera Negra de Cuba, en 2003, fue detenido una vez más el 11 de julio de 2021, cuando intentaba, junto a su hijo José Daniel Ferrer Cantillo, sumarse a las masivas protestas antigubernamentales que estallaron ese día en Santiago de Cuba y varias ciudades de la isla.
En octubre pasado, europarlamentarios exigieron la inmediata liberación de Ferrer y el fin de las condiciones infrahumanas a las que está sometido". También ha exigido su liberación la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional, que a finales de octubre llamó a una acción urgente a favor del preso de conciencia.