En precarias condiciones se encuentra el preso del 11J Abel Lázaro Machado Conde, en el penal de máxima seguridad de Quivicán, provincia de Mayabeque, a quien le acaban de negar el régimen de mínima severidad a pesar de ser un paciente siquiátrico con tendencia suicida.
El preso político está sin medicamentos y recibiendo maltratos por parte de los directivos del penal, y tiene, además, una causa abierta por el delito de “resistencia”, denunció a Martí Noticias su madre, Beatriz Conde Mesa, quien acudió a la visita familiar este lunes.
“Yo salí de aquí a las 6:20 AM y ya yo estaba allí a las 8:00 y pico. Me entraron a la visita a la 11:25 AM. Yo no dejé a Abel bien... muy alterado. Yo salí ayer muy mal de Quivicán. A Abel lo llevaron a un peritaje médico que yo pedí por el abogado, porque sigo pidiendo la extrapenal y se la denegaron. Le pusieron que era compatible para régimen penitenciario”, explicó la madre del preso político.
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Beatriz Conde recordó la golpiza que recibió Abel en el mes de marzo, propinada por el segundo jefe del penal, Yulieski Menéndez Montero, quien está siendo protegido por el Teniente Coronel Lolo, director de la prisión, denunció.
Menéndez Montero maltrató físicamente al recluso cuando este se negó a ser trasladado para la compañía número 8, donde había estado anteriormente, y donde fue amenazado por un reo común de alta peligrosidad, dijo la madre.
“Yulieski Menéndez Montero me le cayó a golpes a mi hijo. Trasladándolo para una compañía, le da los golpes contra la reja. Eso sigue abierto, el certificado de lesiones de mi hijo lo tienen ellos en la fiscalía militar de la región, que ahora tendrá que aparecer, porque ahora el abogado lo tiene que reclamar. Y yo soy testigo de mi hijo, de los golpes que Yulieski le dio, para mañana ir a fiscalía a ver qué me dicen ellos. Voy a acusarlo a él y a Yulieski, porque ellos, los dos, estaban en complot”, aseguró Conde Mesa.
El 8 de mayo pasado, Machado Conde intentó suicidarse en el área de los baños de la compañía número 6, y luego pasó toda la noche esposado de manos y pies con las shakiras en un pasillo.
Un oficial de la Seguridad del Estado se personó la pasada semana en la cárcel con el propósito de que Machado Conde firmara un documento de compromiso revolucionario, algo que rechazó el preso político, señaló su madre.
“El de la Seguridad del Estado le presentó un papel para que firmara ese papel a la revolución; él lo cogió, lo miró y lo ley, y no lo firmó. No va a claudicar, y que se lo va a decir en la cara otra vez”, dijo la madre del recluso.
Abel Lázaro Machado Conde, de 25 años, cumple nueve años de condena sentenciado por los presuntos delitos de “sabotaje” y “desórdenes públicos”, tras su participación en las manifestaciones populares del 11 de julio de 2021en el poblado de Güines.
Machado Conde también sufre de discapacidad intelectual, presenta un alto riesgo suicida y padece de un trastorno de la conducta orgánico, además, padece de epilepsia, tiene déficit de atención y una cefalea tensional importantísima a causa de los nervios. Ya ha estado varias veces aislado en celdas de castigo en ese centro penitenciario.