El opositor Bárbaro de Céspedes responsabilizó a la Seguridad del Estado cubana por la negativa de Nicaragua a su solicitud de entrada, una decisión que pondría en evidencia la complicidad entre los gobiernos de ambos países, según dijo.
La imposibilidad de abandonar Cuba ha acentuado las dificultades que enfrenta este activista, conocido por su postura crítica contra el régimen de La Habana.
“El Gobierno de Nicaragua negó mi entrada”, declaró De Céspedes en una directa en Facebook. El activista había gestionado un vuelo el 14 de junio con la esperanza de emigrar. La restricción ocurrió mientras se dirigía al aeropuerto, tras haber adquirido un costoso pasaje con varias escalas.
De Céspedes considera que su decisión de denunciar a la fiscal Rosabel Roca Sampedro, quien pidió para él la máxima sentencia por las manifestaciones pacíficas del 11 de julio de 2021 y ahora quiere pedir asilo en la frontera de EEUU, fue lo que movió al régimen cubano y nicaragüense a impedir su salida.
"Como yo delaté a una esbirra suya, me quieren hacer el mayor daño posible. Estoy dispuesto a hacer lo que sea por mi patria y no me van a callar", dijo desde Camagüey, donde reside.
Persecución continua
De Céspedes ha sido objeto de vigilancia y hostigamiento constante por parte de la Seguridad del Estado desde su salida de prisión en febrero de 2024. “No me permiten vivir en paz. Me advirtieron que, ante cualquier incidente en Camagüey, me detendrían nuevamente”, explicó.
En 2021, su hija enfrentó una situación similar cuando intentó emigrar a través de Nicaragua. Fue detenida en el aeropuerto. Casos similares en el pasado muestran un patrón de restricciones a la salida del país que afecta a los opositores.
Vida bajo amenaza
Las amenazas y la imposibilidad de trabajar en el sector público o privado han dejado a De Céspedes en una situación económica delicada. A pesar de estos obstáculos, su compromiso con la causa sigue intacto.
“Todo el que me conoce sabe que la patria está por encima de todo en mis sentimientos”, afirmó, subrayando su determinación de seguir denunciando las injusticias a pesar de las dificultades.
Bárbaro de Céspedes fue arrestado el 11 de julio de 2021 por participar en protestas antigubernamentales y condenado a dos años de prisión bajo cargos de atentado, desobediencia y desacato. Durante su encarcelamiento, continuó abogando por su inocencia y principios.
Fue liberado a principios de este año, pero las restricciones y el hostigamiento persistieron, culminando en el reciente impedimento de salir del país.
Este nuevo episodio ha generado indignación entre activistas y defensores de derechos humanos.
La incapacidad de De Céspedes para abandonar Cuba refuerza las denuncias de violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte del gobierno cubano y la cooperación con otros regímenes en la región para restringir la movilidad de los disidentes.