El músico Abel González Lescay fue detenido el miércoles "sin ninguna causa mientras tocaba la darbuka y cantaba", denunció el Observatorio de Derechos Culturales de Cuba, ODC.
"Durante un rato largo no le permitieron avisar a sus familiares. Su abogada le comunicó que hasta diciembre no podría contratarla", precisó la organización por medio de Twitter, tras una denuncia del músico en redes sociales en la que detalla los pormenores de su detención.
Al estar solo en la unidad policial, sin poder notificar a su madre y sin asistencia legal, el jóven músico "sufrió un ataque nervioso producto del pánico y la violencia sicológica a la que fue sometido con esta detención injustificada", indicó la ODC.
La fiscal que atiende su caso, según declaraciones de Lescay, "pretende internarlo en un hospital siquiátrico a pesar de no presentar ningún problema mental ni historial clínico para semejante medida".
"Recordamos que Abel fue expulsado del #ISA tras el #11J", subrayó el Observatorio de Derechos Culturales.
"Aunque Abel ya está en su casa, los daños físicos y sicológicos recibidos a lo largo del último año son imborrables", afirmó. "El ODC denuncia las detenciones arbitrarias e ilegales de los artistas en Cuba y la indefensión de estos ante el sistema legal y penal cubano".
Lescay fue sancionado a 5 años de limitaciones de libertad por su participación en la protestas del 11 de julio de 2021.
El joven se graduó de piano en la Escuela Nacional de Arte en La Habana y antes de las protestas del 11J estaba estudiando el segundo año en la carrera de Composición en el Instituto Superior de Arte (ISA).
Debido a su participación en las pacíficas protestas, fue expulsado del ISA. En marzo de este año fue sentenciado en primera instancia a seis años de prisión por ofender a un policía durante el levantamiento popular, pero esta decisión fue modificada luego de celebrarse en junio la audiencia de casación, que dejó su condena en 5 años de limitación de libertad.
A pesar del acoso del gobierno, pudo grabar el disco Grillos, en el estudio del productor musical David de Omni en Guanabacoa.
Tras ser condenado en marzo, el PEN América exigió su libertad y denunció la política del régimen de perseguir a los artistas disidentes.
“Abel Lescay es un músico valiente y talentoso que, en primer lugar, nunca debería haber estado en la cárcel", dijo Julie Trébault, directora de Artists at Risk Connection (ARC) de PEN America.
Es "implacable" la represión del gobierno cubano "contra la expresión artística en todo el país", subrayó Trébault en un comunicado de prensa.