Con 774 nuevos casos de coronavirus y otros cuatro fallecidos a causa de la enfermedad, Cuba sigue este martes en medio de una ola de contagios que ya suma 68,250 positivos y 401 muertos.
Las autoridades no han logrado frenar el avance del COVID-19 tras el repunte de casos que trajo consigo la reapertura de las fronteras nacionales, a mediados de noviembre pasado. Desde entonces las cifras sumen aceleradamente, con miles de casos por semana, sobre todo en la capital, epicentro de la pandemia en la isla.
Lee también De Pinar del Río a Guantánamo: aumentan casos de COVID-19 en las prisiones cubanasLa Habana reportó 404 nuevos contagios en la jornada, más de la mitad de los casos en todo el país. Los municipios más afectados son Marianao (49), Arroyo Naranjo (46), Habana Vieja (39) y Diez de Octubre (37), pero el resto del territorio presenta igualmente decenas de casos.
Permanecen hospitalizadas 20,903 personas: 3,657 sospechosas de padecer el virus, 13,885 en vigilancia y 3,361 confirmados activos, de ellos 65 en cuidados intensivos (28 críticos y 37 graves).
Vacunas, "asunto de seguridad nacional"
Los indicadores siguen siendo "no favorables", dijo en su conferencia de prensa diaria el Dr. Francisco Durán García, jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), quien cifra sus esperanzas en las vacunas de producción nacional Soberana02 y Abdala, en la fase 3 de ensayos clínicos.
Según el presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, el ensayo de intervención con Soberana 02 que comenzó el lunes en varios centros de salud de la capital, y que tiene como meta vacunar a 150,000 voluntarios entre trabajadores de la salud y el sector biofarmacéutico, entre otros, es un "asunto de seguridad nacional", reportó el diario estatal Tribuna de La Habana.
Lee también Cómo el régimen cubano se escuda en el COVID-19 para reprimir las voces disidentesEl gobierno cubano ha rechazado unirse a la iniciativa COVAX, promovida por la Organización Mundial de la Salud, que prevé la distribución de alrededor de 26 millones de vacunas en América Latina entre marzo y mayo de este año.
“Yo creo que esto responde”, ha dicho a Radio Martí el biólogo y activista Oscar Casanella, “a una operación de marketing político, como decir: nosotros no lo necesitamos, somos autosuficientes, porque nosotros mismos podemos fabricar nuestras vacunas y comenzar a vacunar".