Un número nunca antes registrado de 3 millones 201 mil 144 migrantes, entre ellos, 200,287 cubanos, arribaron a las fronteras de Estados Unidos en el año fiscal 2023, que concluyó el 30 de septiembre, informó este sábado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La mayoría de los cubanos (142,352) fueron interceptados en la frontera Sur, una cifra menor que en 2022, cuando 220,908 intentaron entrar a EEUU por esa vía. La cifra total de ese año (224, 607) también superó a la de 2023.
Datos de septiembre revelan que en ese mes llegaron a la frontera Sur de EEUU con México 10,666 cubanos, y 15,677 fueron interceptados en total, en todas las fronteras del país.
Los migrantes cubanos solo fueron superados por los venezolanos, que este año fiscal sumaron 334,914 en total, 266,071 de ellos en la frontera Sur, y los mexicanos, que ocupan el primer lugar, con 735,937 migrantes en total, la inmensa mayoría por la frontera Sur.
En total, el número de encuentros de migrantes que arribaron a las diferentes fronteras de EEUU en septiembre de este año también batió todos los récords anteriores, con 341,392 en total, la mayoría (269,735) en la frontera Sur.
Parole humanitario
Hasta finales de septiembre de 2023, más de 240.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos llegaron legalmente a EEUU y se le concedió la entrada al país bajo los procesos de parole humanitario.
Específicamente, 52.053 cubanos, 96.445 haitianos, 44.298 nicaragüenses y 73.092 venezolanos fueron examinados y autorizados para viajar, y llegaron y se les concedió la libertad condicional a 50.185 cubanos, 85.258 haitianos, 38.070 nicaragüenses y 66.893 venezolanos, según el reporte de CBP.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo en un comunicado de prensa que continua enfrascada en su labor de mejorar la seguridad de las fronteras y obstaculizar el ingreso de personas, drogas y mercancías peligrosas al país, en medio del aumento de los flujos migratorios.
"En respuesta a las altas tasas de encuentros a través de la frontera suroeste en septiembre, CBP aumentó sus recursos y personal. Estamos continuamente colaborando con socios nacionales y extranjeros para abordar la migración hemisférica histórica, incluidos grandes grupos de migrantes que viajan en trenes de carga, y para hacer cumplir las consecuencias, incluyendo la preparación para repatriaciones directas a Venezuela”, dijo Troy A. Miller, alto funcionario que desempeña las funciones del Comisionado de CBP.
La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reanudó las deportaciones de venezolanos que entraron de forma irregular a Estados Unidos. El 18 de octubre, 130 ciudadanos de Venezuela fueron removidos en el primero de estos vuelos.
"CBP está procesando a todos los no ciudadanos bajo las autoridades de inmigración del Título 8 y colocando a los no ciudadanos que cruzan la frontera ilegalmente en procedimientos de deportación acelerada o de deportación de la Sección 240. Los no ciudadanos que cruzan entre los puertos de entrada o que se presentan en un puerto de entrada sin hacer una cita con CBP One están sujetos a la regla de elusión de vías legales. Esta regla supone la inelegibilidad para el asilo para aquellos que no utilizan vías legales, con ciertas excepciones", subraya el comunicado.
Añade que, en coordinación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE), desde mayo de este año, el DHS ha expulsado o devuelto a más de 300.000 personas a sus países de origen. La cifra supera a la de cualquier año fiscal completo anterior.
Según la agencia federal, en las dos primeras semanas de octubre, los encuentros en la frontera suroeste han disminuido aproximadamente un 20% según cifras preliminares.
"El mensaje de la CBP para cualquiera que esté pensando en ingresar ilegalmente a Estados Unidos por la frontera suroeste es simple: no lo hagas. Cuando los no ciudadanos cruzan la frontera ilegalmente, ponen sus vidas en peligro", advirtió la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Una cumbre migratoria convocada por México reúne este domingo en Palenque, estado de Chiapas, a mandatarios y cancilleres de 10 países latinoamericanos para definir un plan global que permita hacer frente a la crisis generada por el creciente flujo de migrantes en la región. Entre los invitados se encontraban los mandatarios de Cuba, Colombia, Haití, Honduras y Venezuela, y también representantes de Belice, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Ecuador.