El Museo de Arte de las Américas, en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington DC, presenta hasta el 29 de septiembre la exhibición "Rafael Soriano: Cabezas", la primera presentación de esta importante serie de 21 pinturas que constituyen su trabajo más figurativo e introspectivo.
La exhibición muestra el desarrollo del estilo biomórfico único de Soriano, que culminó en un conjunto específico de pinturas de la cabeza humana.
Soriano nació en Matanzas en 1920 y murió exiliado en Miami, Florida en el 2015. Estudió en la Academia de San Alejandro, en La Habana, graduándose de pintura y escultura en 1943. Regresó a Matanzas donde fue uno de los fundadores y luego director de la Escuela de Bellas Artes.
Durante los 1940s, su obra refleja la influencia del surrealismo. Posteriormente, será una figura clave dentro del grupo de Pintores Concretos, el cual presentó y promovió la abstracción concreta en Cuba en los años 1950s.
Tras su partida al exilio en 1962 y su llegada a Miami no pudo pintar por un par de años.
Después su pintura se transforma: el color es más oscuro, la geometría desaparece y las formas con líneas rectas se mezclan con elementos orgánicos. Este cambio en estilo frecuentemente se atribuye a su exilio y a su respuesta emocional a la experiencia.
“Ya para la mitad de los 1970s la pintura de Soriano había logrado su vocabulario maduro con formas luminosas y biomórficas, habitando una atmósfera de misterio, que evoca cuestiones trascendentes. Dentro de su producción pictórica, dando marcha atrás hasta finales de los 1960s hasta la conclusión de los 1990s, Soriano pintó una serie de cabezas. Estas piezas son sus obras más figurativas”, precisa el co-curador de la exhibición Alejandro Anreus en el catálogo de la exhibición.
El profesor de Historia del Arte y Estudios Latinoamericanos de la Universidad William Patterson en New Jersey concedió una entrevista a Radio Televisión Martí sobre este importante artista y el propósito de la exposición.
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