Este 16 de octubre murió en Miami el ex preso político cubano Nicolás Pérez Diez-Argüelles, que cumplió 12 años de cárcel de los 20 a que lo habían condenado en la Causa 484/1962.
Fue apresado por apoyar a los equipos de infiltración que desde Estados Unidos llegaban a la isla en la década de 1960 para intentar socavar al régimen castrista.
En conversación con Martí Noticias, Ramiro Gómez Barrueto, uno de sus compañeros de prisión, resaltó que Nicolás hizo esfuerzos además por mantener vivo el pensamiento intelectual de los reos y para ello se embarcó en la edición y publicación de dos revistas.
“Era el director y editor de dos revistas dentro de la prisión, que había que hacerlas a puño y letra, con una letra pequeñita. La primera revista se llamaba José Antonio, en honor a Jose Antonio Echeverría” y la otra Rescoldos que alternó con el Club Nuestra América, fundado para alfabetizar y ‘culturizar’ (SIC), “para darles cultura y conocimientos a los presos iletrados”.
Integró las filas del Directorio Revolucionario Estudiantil, que a inicios de la revolución de 1959 basó su centro en los Estados Unidos, con sedes en Miami y New Orleans.
Al salir al exilio Nicolás vivió en Miami y desarrolló su espíritu emprendedor al fundar una empresa de su propiedad. Pero su columna de opinión para el diario El Nuevo Herald fue la que le trajo polémica con el ala tradicionalmente más radical del exilio cubano, según expresó el expreso político Alfredo Elías.
“Los artículos que escribió en El Nuevo Herald en verdad eran bien polémicos, por varios factores: uno, que Nicolás era una mente liberal, escribía lo que sentía y no le importaba demasiado si era popular o no lo que escribía; y otra que en determinado momento sus posturas pugnaban un poco con la línea tradicional del exilio histórico”, argumentó Elías.
Alfredo Elías señaló que aun así fue un hombre que “toda su vida vivió por Cuba, que se veía en todos sus escritos, ahí están sus artículos”.
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Nicolás fue fundador del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo.
Su presidente Pedro Corzo recuerda su aporte: "Fue una persona dedicada a la causa democrática cubana que cuando llegó al exilio se sumó a todas las organizaciones que consideró efectivas para promover la lucha por la libertad de Cuba. Entre otrras actividades fue de los primeros en incorporarse al Ex-club, una organización que agrupó a exprisioneros políticos cubanos y combatientes. También dirigió por varios años la revista Fragua."
Nicolás Pérez Diez-Argüelles es autor del libro Después del silencio, entrevistas al padre franciscano Fray Miguel Angel Loredo.