El gran trompetista cubano Alfredo “Chocolate” Armenteros falleció este miércoles en Nueva York, donde vivía. Armenteros tenía 88 años y dejó este mundo el día de Reyes, quizá como señalamiento final de su carácter alegre y familiar.
El laureado trompetista cubano Arturo Sandoval lamentó la muerte de Armenteros e hizo notar que murió un 6 de enero al igual que otra leyenda de este instrumento: Dizzie Gillespie.
Desde su cuenta de Facebook, Sandoval dedicó un solo de trompeta a la memoria de “Chocolate” Armenteros.
“Estaba enfermo. Lo llamé varias veces y no me devolvió la llamada”, dijo esta mañana su colega Paquito D'Rivera desde Punta del Este, Uruguay, donde dirige musicalmente un festival de jazz.
El programa que conduce Oscar Haza en la radio de Miami contactó a D'Rivera para recoger una semblanza de Armenteros, quien tocó en la orquesta de Benny Moré y la de Arsenio Rodríguez, dos grandes formaciones de todos los tiempos pero sobre todo de los años 50. Haza también rindió tributo a Armenteros difundiendo su música bien temprano en la mañana.
“Chocolate” era un hombre divertido y sencillo, según reconoció D'Rivera. “No fue millonario pero tampoco le hizo falta, porque se arregló con lo que ganaba y siempre fue feliz”, comentó el saxofonista desde Punta del Este.
Armenteros nació en Ranchuelo, un poblado de Las Villas cercano a Santa Clara, en 1928. Dejó la isla en el 57 y se estableció en los Estados Unidos, donde realizó una carrera exitosa. Era considerado el Louis Armstrong latino, según El Universal, de Colombia, que resalta su obra y se lamenta por el fallecimiento de este virtuoso cubano.
Armenteros deja el legado de siete álbumes inolvidables como Roberto Torres y Chocolate juntos (1974), Bien sabroso (1975), En el rincón (1976), Prefiero el son (1980), Y sigo con mi son (1982), Chocolate en sexteto (1983), Rompiendo hielo (1987), Chocolate and his Cubans soul (1998).
El apodo de “Chocolate” surge cuando alguien le confundió con el boxeador Kid Chocolate, según recoge Wikipedia.