El padre Juan Rumín Domínguez, rector del Santuario Nacional Ermita de la Caridad, recordó el pensamiento del Obispo Agustín Román, respecto a la reconciliación entre los cubanos tras las palabras expresadas por el Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega y Alamino, en su alocución en la Universidad de Harvard.
“Hemos perdido o ganado para el cielo a Monseñor Román hace solo unos días y yo pienso que el Cardenal no supo captar el apoyo que (él) le quiso dar en su visita. Monseñor siempre habló de una reconciliación con justicia y libertad”, declaró en entrevista a Televisión Martí, el actual rector del Santuario Nacional, Juan Rumín.
Monseñor Agustín Román, ex Obispo Auxiliar Eméritus de Miami, fue expulsado de Cuba el 17 de Septiembre de 1961, a bordo del bique Covadonga,junto a otros 132 sacerdores, monjas y activistas católicas. Desarrolló su posterior vida religiosa en España, Chile y Estados Unidos y nunca regresó a Cuiba. En declaraciones a la prensa local en el 2009 por motivo de sus 50 años de sacerdocio, afirmó que "nunca quise salir de Cuba. Pienso que un sacerdote no abandona a su pueblo, pero fui expulsado por ser sacerdote. Mi pecado, entonces, es ser sacerdote, y no me arrepiento de serlo''.
“Hemos perdido o ganado para el cielo a Monseñor Román hace solo unos días y yo pienso que el Cardenal no supo captar el apoyo que (él) le quiso dar en su visita. Monseñor siempre habló de una reconciliación con justicia y libertad”, declaró en entrevista a Televisión Martí, el actual rector del Santuario Nacional, Juan Rumín.
Monseñor Agustín Román, ex Obispo Auxiliar Eméritus de Miami, fue expulsado de Cuba el 17 de Septiembre de 1961, a bordo del bique Covadonga,junto a otros 132 sacerdores, monjas y activistas católicas. Desarrolló su posterior vida religiosa en España, Chile y Estados Unidos y nunca regresó a Cuiba. En declaraciones a la prensa local en el 2009 por motivo de sus 50 años de sacerdocio, afirmó que "nunca quise salir de Cuba. Pienso que un sacerdote no abandona a su pueblo, pero fui expulsado por ser sacerdote. Mi pecado, entonces, es ser sacerdote, y no me arrepiento de serlo''.
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