Los desplazados por la invasión rusa de Ucrania hacen una fila para conseguir comida y un lugar donde dormir en las afueras de la capital Kiev. Otros que han huido a Polonia se abrigan contra el frío tras cruzar la frontera.
Después de cinco semanas de guerra, hay miles de muertos y casi 4 millones de ucranianos han huido del país.
Muchos residentes no soportaron dejar atrás a sus mascotas -incluido un perro marrón herido en Polonia- a pesar de la arriesgada evacuación.
Una residente cubre las ventanas destrozadas de su casa en la ciudad portuaria de Mykolaiv después de los ataques rusos, que abrieron un enorme agujero en un edificio gubernamental de nueve pisos en esa localidad, matando a por lo menos 12 personas.
Un hombre va en bicicleta junto a un cadáver cubierto con una alfombra en las afueras de Mariúpol. En otro lugar del asediado puerto del sur, una mujer cocina frente a los edificios de apartamentos dañados por los ataques.
Algunos soldados ucranianos realizan ejercicios de entrenamiento, disparando sus armas contra objetivos improvisados, cerca de la ciudad occidental de Leópolis. Otros toman posiciones en trincheras de tierra al norte de Kiev, donde el avance de Rusia lleva varias semanas estancado.