La desesperanza y la incertidumbre se están adueñando de los migrantes cubanos, alojados en más de una veintena de albergues en la frontera Costa Rica-Nicaragua, mientras parecen agotarse las posibilidades de encontrar una vía que les permita llegar a su meta: Estados Unidos.
"Yo perdí ya la esperanza y estoy gestionando salir de aquí por mi cuenta", dijo a Martí Noticias un cubano que pidió identificarse como Juan, aunque ese no es su verdadero nombre. "Hay algunos que ya lo han hecho", aseguró.
"Ya tengo unos contactos para que los coyotes me lleven hasta México. Y en cuanto me llegue el dinero que necesito, no espero más", afirmó.
Su urgencia no es sólo "el aburrimiento de esperar aquí un día tras otro, con los brazos cruzados", como él dice, sino también el ambiente "de mal humor y rabia" que la frustración alimenta cada día en el albergue del poblado de La Cruz, donde se aloja.
Juan comenzó su aventura el 18 de octubre, cuando arribó a Quito en un vuelo directo desde La Habana.
"Yo estaba ya aquí en Costa Rica el primero de noviembre. Y mi error fue utilizar la vía legal: presentarme en San José, la capital, para conseguir el salvoconducto, cuando se trabó la cosa", relata.
Cruzó la frontera Ecuador-Colombia por Ipiales, ciudad que se asienta a 3.000 metros de altura al pie de la cordillera de Los Andes. Junto a un grupo de otros cubanos, cruzaron montes y poblados montañosos, antes de llegar a Medellín.
Por esos caminos, cerca de Turbo, departamento de Antioquia, los asaltó un grupo armado que los despojó de las pocas prendas que llevaban, teléfonos celulares y varios cientos de dólares. Turbo es una pequeño poblado, donde hacen escala los cubanos para pasar en bote hasta Capurganá, y desde ahí hasta Puerto Obaldía, en territorio panameño.
"Nos retuvieron dos días. Dijeron que eran paramilitares", cuenta Juan.
Esa experiencia se repitió antes de cruzar hacia Obaldía, en Panamá. "Fue otro grupo armado, nos dijeron que eran guerrilleros, y nos quitaron el poco dinero que quedaba", afirmó.
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En Obaldía tocó reabastecerse de dinero, enviado por familiares y amigos desde Miami. Los mismos que ahora tratan de que complete el trayecto para llegar a la frontera con Estados Unidos.
"Yo llego, seguro", dijo Juan quien afirma que tan pronto lo haga se buscará un trabajo "porque yo soy un buen albañil".
La tensión aumenta a medida que se alarga la espera
Juan está decidido a correr suerte con los coyotes que merodean los albergues porque, según dice, teme "la tensión que va en aumento, las peleas y los robos que ya se están produciendo en la zona".
No son muchos, pero Martí Noticias pudo conocer que algunos cubanos han sido arrestados y presentados ante el Juzgado de La Cruz.
"Ha habido robos en supermercados y hay tres o cuatro personas arrestadas", dijo un oficial de la policía que contestó al teléfono en Peñas Blancas.
Este viernes, la policía de San José de Upala recibió una denuncia de tres cubanos que agredieron a un costarricense en un bar de esa ciudad. Los cubanos están albergados en Popoyuapa, dijo el oficial que respondió al teléfono en Upala.
La comisionada de policía de la zona, Marisol Flores, dijo que ella no estaba autorizada para ofrecer a la prensa ningún tipo de información relacionada con la situación de los migrantes cubanos. Nos remitió a la Comisión de Emergencia Nacional y nos facilitó un número de teléfono, con el que no fue posible comunicarse.