En los últimos meses han ocurrido decenas de robos y atentados al patrimonio eclesial en la isla sin que las autoridades cubanas actúen, denuncia un reportaje de la Agencia de Noticias Católicas EWTN.
Los malhechores rara vez son atrapados, algo que los alienta a seguir cometiendo ese tipo de crímenes, nunca aparecen los objetos o el dinero robado en los centros religiosos y no se restituyen a las iglesias los bienes perdidos, ni siquiera en las raras situaciones en que se atrapa a los ladrones, indica la investigación.
"Es una preocupación para fieles y presbíteros el nivel de indefensión en que se encuentra el patrimonio eclesial", afirma el reporte, que cita 50 casos entre robos y vandalismo ocurridos en 34 parroquias, casas de comunidades religiosas e iglesias de varias regiones del país desde marzo del pasado año hasta la fecha.
"La mayor parte de los ataques ocurre en iglesias habaneras, aunque fuera de la capital existen casos alarmantes como es el de la Iglesia, de la Exaltación de la Santa Cruz en Ciego de Ávila, robada en 10 ocasiones", agrega el reporte.
La reportera Rachel Diez menciona el caso de un individuo sorprendido en intento de robo en al menos 6 iglesias de La Habana, entre ellos dos muy recientes, ocurridos el 22 y 23 de junio en iglesias católicas de los municipios Diez de Octubre y Playa, pero "nunca es atrapado y vuelve a intentarlo".
"Su presencia y el estado de alerta en las comunidades ante los robos ha despertado la inquietud acerca de quién responde por el robo o el vandalismo hacia el patrimonio eclesial", agrega Diez.
Varias figuras de la Iglesia han manifestado preocupación el clima de violencia y tensión constantes que hay en la sociedad cubana, alentado por la profunda crisis económica y social que vive el país.
Nadieska Almeida Miguel, superiora de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, alertó meses atrás que los cubanos se encuentran "al borde todo límite".
"Estamos enfrentando situaciones demasiado dolorosas, entre ellas, hambre. Lo repito: Hambre. Hay niños, ancianos, familias con hambre", denunció la religiosa.
El mes pasado el padre Alberto Reyes Pías, de la Arquidiócesis de Camagüey, dijo a Martí Noticias que "hay un aumento muy significativo de la violencia".
"Estamos preocupados, asustados, ya no se sale con la misma confianza de antes. Es un fenómeno nuevo y muy preocupante. Yo creo que el elemento joven lo hace más dramático, pero es algo generalizado”, dijo el sacerdote.