Dos integrantes de la brigada médica cubana en Venezuela que escaparon recientemente a Colombia se encuentran varados en ese país, a la espera de un visado estadounidense, probablemente junto a mil colegas más, según dijeron hoy en entrevista exclusiva para Martí Noticias.
Frank Leyva Mariño es licenciado en Imagenología, llegó a Caracas el 3 de marzo y 20 días después ya había escapado de la misión encomendada por el Ministerio de Salud Pública de Cuba. Las malas condiciones laborales, el bajo salario y las presiones a las que son sometidos estos profesionales fueron tema de esta conversación.
Leyva Mariño relata sus primeros días en Venezuela. "Por lo menos a mí me tocó ir desde Caracas hasta la Oficina de Coordinación en el estado de Cojedes, sin un representante, sin nada. Me monté en una 'buzeta', le pregunté a un conductor. Cuando llegué no había nadie".
Este guantanamero, de 34 años, recuerda que al llegar a la oficina coordinadora le advirtieron que tienen que informar si tienen relaciones con un venezolano, que no deben contraer relaciones íntimas y que deben mantenerse alejados de los opositores al gobierno de Nicolás Maduro. Esto último, no lo especifican en los documentos sino verbalmente.
Entre las restricciones que les imponen a los colaboradores de la isla en Venezuela, Leyva Mariño dijo que "a las 5:00 (de la tarde) ya tiene que estar todo el mundo trancado. Tú no puedes salir a ningún lado".
Leyva dijo que las condiciones de alojamiento en el lugar a donde lo destinaron eran pésimas: "12 personas en una casa, uno chocando con el otro, un solo baño. El departamento de Rayos X que me tocó no tenía iluminación, los aires acondicionados no servían. Entonces, comencé a protestar por eso. Me empezaron a mirar mal, pero al final tuvieron que poner los aires y los bombillos que faltaban".
Ahora Leyva Mariño comparte un apartamento alquilado en la ciudad de Bogotá, junto a varios colegas cubanos que, como él, esperan un visado de la embajada de Estados Unidos.
Allí han debido presentar su pasaporte rojo (únicamente empleado para los cooperantes cubanos), historias clínicas de los pacientes atendidos en Venezuela y cualquier rastro que los identifique como colaboradores escapados de la misión oficial cubana.
En esa espera, aseguró, se encontrarían alrededor de 1.000 colegas suyos, pues los procedentes de la Misión Deporte emprenden a pie la travesía, al no tener este incentivo que se abrió para los profesionales de la salud.
Yosmany Velázquez Silva, de 31 años, es Médico General Integral-Intensivista. El 23 de abril salió de Venezuela y, desde entonces, está a la espera de un salvoconducto que le permita viajar a Estados Unidos.
"Aquí hay gente desde diciembre. Andamos como locos en esta situación", señaló. Hay hasta una mujer que está embarazada, que posiblemente no se pueda ir, porque ya no puede montar en el avión", concluyó.
Ambos entrevistados dijeron que el salario que les ofrecen por su trabajo en la misión médica cubana es de 3.000 bolívares, $12 al cambio actual.
El Cuban Medical Professional Parole Program fue establecido por la Administración de George W. Bush en agosto del 2006, y ha permitido hasta junio del 2015 la llegada a territorio estadounidense de más de 6.000 trabajadores de la salud cubanos que abandonaron misiones en terceros países.
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Esta entrevista fue posible gracias a la colaboración de la periodista Idolidia Darias de Martí Noticias.