Jorge Luis García García, condenado a 13 años de cárcel por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Palma Soriano, Santiago de Cuba, denunció en entrevista con Radio Televisión Martí, que sus problemas de salud no están siendo atendidos en la prisión de máxima seguridad de Boniato.
El preso político de 48 años de edad, quien cumple una condena de 13 años de privación de libertad en la cárcel santiaguera, dijo que enfrenta delicadas condiciones de salud, sin recibir asistencia médica especializada pues asegura que tiene ganglios inflamados en la zona del tórax, que siguen creciendo y que no le han practicado una biopsia para determinar si son cancerosos o no.
El cocinero de profesión y padre de tres hijos menores de edad fue golpeado por los guardias de las Brigadas Especiales cuando se unió a la manifestación en Palma Soriano.
“Espiritualmente me siento bien, pero tengo problemas de salud por las tumoraciones provocadas por los golpes que me dieron el día de las protestas y en el penal no me han dado solución y el trato no es bueno. Me están peloteando y cada vez crece más el absceso en la zona donde me golpearon y no me dan respuesta para una posible operación", aseguró.
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"Aquí la alimentación esta mala, pésima y el trato es muy malo, yo me siento muy mal porque la condena más alta aquí, en Santiago de Cuba, fue la mía. Me han sancionado a 13 años por gusto, sin cometer delito alguno, aquí en esta prisión nos encontramos 11 presos de las protestas populares", señaló el recluso.
Su hermano, Daniel García García, dijo la salud del prisionero es "preocupante".
"Debido a los golpes que le dieron durante la protesta le salió un tumor que le va creciendo en partes del cuello, al lado izquierdo, y esto es peligroso porque aún no le han brindado asistencia médica para ver si lo llevan a un hospital y ver qué solución le dan. Ya Jorge Luis habló varias veces con el reeducador penal y no le dan respuesta", precisó.
El hermano también mencionó que es pésima la alimentación en el penal.
"El trato por parte de la guarnición ha sido muy malo para él desde que está en ese centro penitenciario, porque le impusieron 13 años de condena injustamente porque mi hermano no cometió delito, y él se siente muy dolido por esa razón. Gracias a Dios, ahora mi hermano está tomando un curso religioso que dan los miércoles en Boniato, impartido por la Iglesia Católica, me dijo que por lo menos siente alivio espiritualmente para no cometer ninguna locura porque no es fácil 13 años de prisión por salir a la calle el 11 de julio", afirmó Daniel García García.