El sábado 5 de enero el matrimonio de activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Eliécer Góngora y Lariuska Molina, dieron por terminada la huelga de hambre que habían iniciado en reclamo de que se les permitiera volver a residir en Puerto Padre, Las Tunas.
El matrimonio protestó durante 28 días por la violenta deportación a la que fueron sometidos junto a sus hijos menores al ser trasladados por la fuerza desde Puerto Padre a Jobabo, en la misma provincia.
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“Decidimos suspender la huelga porque una de nuestras hijas estuvo 5 días sin querer ingerir alimentos y entonces reunimos a toda la familia y decidimos que no podíamos continuar", explicó Eliécer a Radio Martí en una entrevista en la que reconoció que se sienten muy "desgastados" tras la extrema protesta.
El opositor explicó que continuarán el reclamo por volver a residir en Puerto Padre por las vías legales pues asegura que estaban viviendo con la autorización del dueño de la propiedad.
Su esposa dijo a Radio Martí que ya comienzan a sentirse mejor y a recuperarse poco a poco de las secuelas que han dejado los 28 días de inanición.
"El deseo y el ánimo de seguir la lucha va a seguir siendo el mismo", sentenció Lariuska.
[A partir de un reporte de Tomás Cardoso de Radio Martí]