Materiales de construcción, otro privilegio de los militares en Cuba

Trabajadores cargan unos marcos de ventana.

El faltante de materiales de la construcción en la isla alcanza hasta las ferreterías dolarizadas donde son escasas las ofertas, mientras que en los rastros estatales, donde compra la mayoría de los cubanos, el desabastecimiento es total, no hay cemento, arena, piedra, acero, entre otros.

Al cierre de 2019 el país alcanzó un déficit habitacional de cerca de un millón de viviendas, siendo los territorios de La Habana y Santiago de Cuba los más afectados, según informó Santiago Lages Choy, presidente de la Comisión de Industrias, Construcciones y Energía de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En su intervención en el último congreso del Ministerio de la Construcción realizado el pasado año, Miguel Díaz-Canel dio a conocer una propuesta para solucionar el faltante de materiales para la reparación de hogares, que consistía en que cada municipio del país debe tener la capacidad producir los elementos necesarios para la fabricación de una vivienda.

La propuesta, según Díaz-Canel, "si se hace efectivamente, en 10 años la nación tendrá una mejoría sustancial en cuanto al déficit habitacional”.

Pero la falta de materiales constructivos está provocando la paralización de la actividad en el sector de los cuentapropistas, albañiles, plomeros, fabricantes de losas y otros.

El problema afecta además a los cubanos con necesidades de reconstruir sus viviendas, o que simplemente deban hacer arreglos o remodelaciones en sus casas.

El cinco por ciento de las viviendas de Cuba está en peligro de derrumbe, indicó el Segundo Informe sobre Derechos Sociales, publicado en junio por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.

El gobierno prioriza los materiales para las obras de la empresa de construcciones militares, especialmente las de la industria hotelera de la corporación Gaviota, dijeron desde la isla varias personas entrevistadas por Radio Televisión Martí.

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"Hoy con 20 mil dólares no se hace una casa en Cuba"


En la Habana, Antonio Font, vicepresidente de una cooperativa de la construcción expresa que en el mercado negro una bolsa doble de cemento vale 25 CUC, una tira de cabillas puede costar 15 y un saco de arena hasta 60 pesos cubanos.

"Hoy con 20 mil dólares no se hace una casa en Cuba", dijo el constructor.

“El problemas es que el gobierno no abastece a los rastros que son quienes le venden la mercancía a la población, las empresas de los militares lo tienen todo“, señaló Antonio.

También en la capital, el maestro de obra Rodolfo Gregory comenta que el estado lo acapara todo y lo que le conviene es la construcción donde hay dinero.

“Aquí no hay materiales de la construcción porque siempre han priorizado al turismo", afirmó Gregory.

Guillermo del Sol, residente en la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara, es albañil de profesión y actualmente está sin trabajo porque no hay materiales, falta todo, el desempleo en el sector es muy alto.

“En el mercado negro en estos momentos una bolsa de cemento simple cuesta 12 CUC, acero no hay, prácticamente todo está parado y el Ministerio de las Fuerzas Armadas, ellos tienen un financiamiento independiente, ellos cuentan con la Unión de Cemento de la Habana y donde quiera ellos puede cargar y tienen prioridad“, comentó Del Sol.

Desde Banes, en la provincia de Holguín, William Tamayo recuerda que el próximo ocho de septiembre de cumplirán 12 años de años del paso del huracán Ike por el territorio: “Destruyó muchas casas que todavía no se han construido".

"Vivo a unos pasos de la zona turística de Cayo Saetía y yo quisiera que usted viera las construcciones que está haciendo allí las FAR”, dice William.

"Actualmente hay cubanos esperando ayuda para reparar su vivienda afectada por un huracán que pasó hará 5 años", indica el reporte de OCDH.

Por su parte, el periodista Adriano Castañeda, quien vive en Sancti Spíritus, dice que su ciudad son enormes las afectaciones entre la población y cuentapropistas por falta de materiales.

“Falta el cemento, las barras de acero, puntillas, maderas, cables y tubos, no existen en esos rastros, ni tampoco en las tiendas en divisas, y esto ha originado la paralización de la construcción por esfuerzo propio“, reseña Castañeda.

Finalmente, el abogado y escritor Alberto Méndez Castelló nos dice que hace 20 años intenta reconstruir su vivienda por la vía legal y en estos momentos lleva meses en una lista de espera para comprar cemento.

“En Puerto Padre es muy difícil hoy en día conseguir materiales de la construcción“, destaca Alberto.

Al cierre del mes de julio el portal mexicano Reportur, publicó el ranking de las principales cadenas hoteleras latinoamericanas, ubicando al grupo turístico Gaviota en el segundo lugar con un total de 20,699 habitaciones y 48 hoteles.