Una declaración publicada en la plataforma ciudadana Archipiélago y respaldada por cientos de firmantes replantea el propósito de la manifestación del próximo 20 de noviembre, inicialmente denominada Marcha contra la Violencia, para convertirla en una protesta cívica por el cambio en Cuba.
El texto se refiere a los dirigentes cubanos como una "granja de burócratas que solo bajan al pueblo para salir en noticieros" y asegura que los cubanos no se sienten representados en el Parlamento.
Lee también "Es colocarlos contra la pared": Notifican a gobiernos de La Habana y Holguín sobre una Marcha contra la Violencia el 20 de noviembre"La Marcha Cívica por el Cambio, convocada para el 20 de noviembre, es un derecho legítimo que debe ser conquistado. En más de 60 años jamás se ha permitido una manifestación contraria al pensamiento oficial. Es tiempo ya de defender nuestra pluralidad y el respeto a quienes soñamos una Cuba distinta, sin discriminación alguna", señala la declaración.
“Muchos firmantes han sido detenidos para ser interrogados justamente por sus firmas en las cartas que se han entregado para notificar el derecho a la manifestación y que vamos a hacerlo en día 20 de noviembre”, dijo a Radio Martí el dramaturgo y activista Yunior García Aguilera, de quien partió la propuesta.
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Sobre la respuesta de las autoridades a la convocatoria, García Aguilera dijo que "ha sido bastante negativa hasta ahora, aunque no haya una respuesta negativa oficial, pero necesitábamos también nosotros mostrar el respaldo amplio que hay en la idea general de los cubanos de lograr conquistar el derecho a manifestarse”.
El dramaturgo y activista aseguró que “en estos momentos ya hay más de quinientas firmas”, de apoyo a la convocatoria cívica.
“A mí me parece inteligente y por eso fue por lo que firmé, porque, si la marcha no se aprueba, que es lo que yo pienso que va a pasar y creo que es ya la respuesta que el gobierno tiene, el gobierno es el que queda en evidencia”, dijo desde La Habana a Radio Martí la editora y escritora Regina Coyula, una de las firmantes de la declaración.
Si se le concediese el permiso al pueblo para marchar pacíficamente en esa fecha, “detrás de esa (marcha) vendrá la de cualquiera”, opinó.
"El 20N marcharemos con civismo y firmeza. Lo haremos por todos los que han sufrido persecución, censura, acoso policial, prisión política o destierro. Lo haremos por aquellos que han experimentado violencia e injusticias. Lo haremos por los marginados, los que padecen miseria, los que viven sin un salario digno, los que no tienen divisas para adquirir productos básicos, los que tienen que inventar la comida de sus hijos en medio de la peor inflación del último cuarto de siglo en Cuba", indica la declaración.
Los firmantes consideran que la isla "no puede seguir siendo una finca, no puede responder al capricho de unos pocos, no puede continuar siendo una granja de burócratas que solo bajan al pueblo para salir en noticieros".
"El 20 de noviembre marcharemos porque no nos sentimos representados, porque nadie en el Parlamento se ha pronunciado por los manifestantes del 11J que sufren prisión sin que ni siquiera nos digan las cifras oficiales. Marcharemos contra el llamado a la violencia que el poder lanzó desde su trono", expresan los firmantes.
Por otra parte, la declaración denuncia la represión a la que han sido sometidos los principales promotores de la iniciativa: "Sabemos que han estado acosando a los firmantes de las cartas donde se notifica a las autoridades nuestra decisión de manifestarnos. Pero no nos intimidan. ¡Toda nuestra solidaridad con aquellos que han sido detenidos, interrogados o amenazados! Admiramos sinceramente su coraje".
"Lo que hacemos no es un delito. ¡Y lo saben! ¡Los que cometen un crimen son quienes reprimen nuestros derechos!", alertan.
"El poder tiene ejércitos y tribunales que responden con obediencia ciega", pero también que "esos soldados y esos jueces son parte de este pueblo diverso".
Sobre la represión, Coyula dijo que, con la acogida que ha tenido esta convocatoria, "esos militares y esos que salen (a reprimir) tienen que sentir, de alguna manera, que el entorno ha cambiado, y que la situación por donde vamos no va a mejorar”.
Por su parte, la periodista independiente Iliana Hernández aclaró en su cuenta de Facebook que las cartas que los organizadores entregan a las autoridades locales son para notificarles sobre la marcha, para que tomen “una actitud organizativa”, y no para pedir permiso.
“Ya los represores de la Seguridad del Estado están diciendo que no se va a permitir, significa que actuarán como siempre, deteniendo a todos los que salgan ese día y sitiando a los líderes de la manifestación, activistas políticos y a periodistas”, señaló la comunicadora.
Hernández añadió que los detenidos del 11 de julio merecen que el pueblo cubano salga a marchar y que, a pesar de que se encuentra en "arresto domiciliario ilegal", ella también participará, aunque no dure “ni 30 segundos en la calle”.
“Todos los cubanos merecemos vivir en libertad, si salimos todos lo lograremos, si nos arriesgamos unos pocos no podrá ser, este es un momento de demostrarle al mundo que #NoQueremosMasDictadura”, exclamó la periodista.
"¡No lo olviden! Y sabemos que muchos sí tienen dignidad. El 20N marcharemos sus hijos, sus amigos, sus vecinos. Queremos hacerlo en paz. ¡No lo olviden! El poder tiene todas las armas, nosotros tenemos una verdad atravesada en la garganta y vamos a decirla. Nosotros tenemos un sueño hermoso para Cuba y vamos a expresarlo sin miedo", asegura la declaración.
Por último, invita a todos los que apoyen la Marcha Cívica por el Cambio a sumar su firma al documento.
"¡Nos vemos el 20N! ¡Cuba lo merece!", concluye.