El presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció que restructurará su gabinete en la primera quincena de julio para "articularlo con eficiencia máxima, honestidad máxima".
"Ya anuncié que vamos del 1 al 15 de julio a una revisión exhaustiva del Gobierno nacional, de los mecanismos de funcionamiento, vamos a revisar uno por uno ejecución de presupuesto, ministerio por ministerio, proyecto por proyecto, meta por meta", dijo en la entrega del Premio Nacional de Periodismo en el Palacio de Miraflores.
El mandatario dijo que las propuestas del III Congreso Socialista del PSUV serán consideradas durante la revisión de su gestión al frente del Ejecutivo.
Por su parte el canciller de Venezuela, Elías Jaua, dijo el viernes que el Congreso servirá para hacer críticas, autocríticas y recomendar Maduro, cuál es el rumbo que se debe seguir.
"Este congreso fue convocado compañeros, para debatir, para criticarnos, para autocriticarnos, para recomendarle al jefe político del chavismo Nicolás Maduro cual es el rumbo que tenemos que seguir", dijo Jaua durante un acto con militantes chavistas en el occidente del país, transmitido por el canal estatal VTV.
Jaua habló nuevamente de "unidad inquebrantable, la disciplina revolucionaria y la lealtad suprema a los principios de la revolución" que deben mantener los chavistas, al hacer clara alusión a las cartas que fueron difundidas recientemente por exfuncionarios chavistas en las que critican la gestión de Maduro.
El día 18 pasado el exvicepresidente de Planificación Jorge Giordani difundió una carta, horas después de que fuera destituido de su cargo, en la que criticó las políticas económicas que se han aplicado durante la gestión de Maduro.
En su carta, Giordani acusó a Maduro de no transmitir liderazgo, de dar sensación de vacío de poder y de tomar decisiones equivocadas en materia económica, incluyendo despilfarro en campañas electorales, críticas que fueron respaldadas por el también exministro Héctor Navarro, que el martes difundió otra misiva.
Tras ello, Navarro fue suspendido como miembro de la dirección nacional del oficialista Partido Socialista (PSUV), lo que llevó a otras voces del chavismo a reclamar respuesta a las críticas.
Maduro salió al paso de estos comentarios el miércoles pasado y, tras ubicar a sus detractores dentro de una "izquierda trasnochada" y calificarlos de "desconsiderados", les reclamó por atacar su gestión en tiempos de batalla, cuando "el enemigo" quiere destruirlo.