Una veintena de familias que ocuparon por unos días una antigua fábrica en Luyanó, en La Habana, abandonaron el martes el inmueble tras la promesa de las autoridades de dar solución a sus problemas de vivienda.
Así lo dijo a Radio Televisión Martí, Mercedes Naranjo, una de las ocupantes. "Ablandarnos para que saliéramos, que sí, que nos iban a resolver, pero eso yo lo vengo oyendo hace cinco años y nunca nos resuelven", señaló.
Naranjo es madre de una niña diagnosticada con neuropatía sensitiva autónoma hereditaria tipo cuatro, único caso en Cuba. Naranjo reside con su hija en la casa de su madre, María Elena Carnesoltas, en Luyanó.
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"La delegada de la asamblea popular habló ayer conmigo en la reunión y me dijo que le habían informado que le iban a dar un apartamento nuevo de dos cuartos a mi hija en la calle Porvenir, y estoy esperando a ver si es verdad", dijo Carnesoltas.
La mujer explicó que el techo de su vivienda, donde ahora residen sus nietos, se filtra, y podría colapsar.
Juana Martínez tiene un niño con discapacidad. Ella también ocupó la fábrica ubicada en Luyanó, donde se personó Bárbara Boss, presidenta del Gobierno de 10 de Octubre, y otros dirigentes locales.
Martínez dijo que las autoridades les llenaron un expediente con detalles de sus casos. En su opinión, las naves de la fábrica abandonada hace alrededor de tres años podrían habilitarse para resolver el problema de muchas familias sin vivienda o que residen en casas en condiciones deplorables, pero las autoridades "dijeron que no, que teníamos que irnos de ahí".
Ante la promesa del gobierno local de resolver la situación de las familias que buscaron refugio en la fábrica, Martínez señaló: "Vamos a ver si es verdad. Vamos a creer en ellos una vez más. En caso de que no sea así, ya nosotros veremos qué hacemos".