Tres madres de presos políticos en Cuba por participar en las manifestaciones populares del 11 de julio de 2021 denunciaron a Radio Martí los maltratos y el acoso que sufren sus hijos por parte de las autoridades penitenciarias.
Rosa Jany Millo Espinosa, de 27 años de edad, sentenciada a seis años de privación de libertad en la prisión de mujeres de El Guatao, en La Lisa, sufre de parásitos intestinales y no tiene acceso a los medicamentos necesarios, denunció su madre Adys Nubia Espinosa Machín.
La mujer dijo, además, que este lunes recibió una citación policial, en la Unidad de Policía de San Antonio de los Baños, por haber recibido en su casa a una representante de las Damas de Blanco, con la que se tomó una foto.
“Pésimo, allí no hay comida, no hay medicina, no hay atención médica. Ellos (los carceleros) hacen lo que quieren”, afirmó Espinosa Machín.
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Tomás Cardoso entrevistó a las madres de los tres presos políticos
También hay incremento del acoso y la represión en el penal contra ella y otras presas del 11J, desde que a inicios de marzo firmaron con su sangre una carta donde reclamaron al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel que cumpliera el deseo del papa Francisco de que los manifestantes sean liberados.
En la mencionada carta, las presas políticas agradecen el mensaje del Sumo Pontífice a favor de la libertad de los condenados por participar en las protestas populares, el cual fue expresado al gobierno cubano a través de su emisario, el cardenal Beniamino Stella, quien visitó Cuba en febrero.
“Bueno, actualmente ellas están bajo tremendo rigor debido a una carta que hicieron firmada, por el pedido que hizo el Papa. Esto ha traído consecuencias, ellos han tomado sus represalias individualmente”, explicó la madre de la presa política.
En un caso similar, el miércoles pasado, el preso Duanny Dabel León Taboada, de 23 años de edad, con 14 años de condena por participar en las manifestaciones en la Esquina de Toyo, en La Habana, fue amenazado en su destacamento por un reo común de alta peligrosidad que trabaja con la policía política. El hostigador fue identificado como Nelson Ruiz Serrano.
Recibo de la denuncia interpuesta por Yenisey Taboada, madre de Duanny Dabel León Taboada, ante la Fiscalía General de la República. (Cortesía de Yenisey Taboada)
León Taboada fue esposado luego por un oficial del centro penitenciario, alertó su madre Yenisey Taboada, quien tras conocer la agresión se personó ese mismo día en la prisión y exigió verlo.
“Solo esposa a mi hijo; le aprieta tanto, tanto, las esposas que le tranca la circulación. Tres horas después pude ver a mi hijo, en cuanto él llegó, tenía sus muñecas sumamente lastimadas. Todo el tiempo tuvo esposas puestas frente a mí... como 20 minutos. No se merece ninguna madre en el mundo ver a un hijo en esas condiciones, de verdad. Eso paso el miércoles, y el jueves yo estaba presentando una denuncia en Fiscalía”, apuntó Taboada.
Otra denuncia de abuso es la de Abel Lázaro Machado Conde, con discapacidad intelectual, de 25 años de edad, quien ya ha tenido varios intentos de suicidio. El joven fue condenado a nueve años de cárcel por los presuntos delitos de “sabotaje” y “desordenes públicos”, tras su participación en las protestas populares en el poblado de Güines, en la provincia de Mayabeque.
Carta de puño y letra de Abel Lázaro Machado Conde saca de la prisión de Quivicán. (Cortesía de Beatriz Conde)
El pasado 15 de marzo, a las siete de la noche, fue víctima de una golpiza en la cárcel a manos de Yulieski Méndez Montero, segundo jefe del penal. Este domingo, en una nueva carta de su puño y letra, denunció todos los maltratos que continúa sufriendo.
La madre del preso político, Beatriz Conde, dijo que este martes se dirigiría al Departamento de Atención a la Población, en 15 y K, en la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior (MININT), y también a la Fiscalía Militar de Güines, para poner una nueva denuncia.
El lunes, la mujer tuvo noticias preocupantes desde la prisión. "Acabo de hablar con mi hijo, tres guardias en Quivicán se han metido con Abel”, contó Beatriz.