En Cuba algunas madres han optado por no enviar a sus hijos a las escuelas porque no tienen desayuno ni merienda para darles, según los testimonios de varias de ellas recogidos esta semana por Martí Noticias.
“Aquí no hay nada, muchos niños no van a la escuela por la necesidad que estamos pasando. No tienen pan ni para el desayuno, ni para la merienda”, explicó Yadiuska Domínguez, residente en Maisí, provincia de Guantánamo.
Según dice, este mes no ha llegado el arroz a la bodega y solo quienes tienen dinero pueden comprarle a sus hijos el refresco que llevan al aula. “Lo venden a 80 pesos en moneda nacional. Imagínese un niño que solo toma eso en desayuno y merienda”.
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Delanis Álvarez, residente en el poblado de Güines, provincia de Mayabeque, cuenta que la semana pasada su hija de 12 años faltó tres días a la escuela. “Estaba enferma pero tampoco tenía la merienda para mandarla y sin eso no lo hago porque allí no le dan nada”.
“Todo el mundo no tiene para comprar diariamente el pan en 350 y 400 pesos. Y eso es lo básico que se le da un muchacho, un pan y un poco de refresco”, agrega.
Martí Noticias también conversó con el doctor Eduardo Cardet, de la provincia de Holguín, quien dijo que las consecuencias de la escasez de alimentos es grave.
“La situación es sumamente crítica pero en ese grupo de edad que son los niños hay un crecimiento rápido y necesidades incrementadas de nutrientes esenciales. Las consecuencias de la privación de estos nutrientes va a ser devastadora. Es un desastre que crece”, apuntó.
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"Estamos enfrentando situaciones demasiado dolorosas, entre ellas, hambre. Lo repito: Hambre. Hay niños, ancianos, familias con hambre", escribió hace unos días Nadieska Almeida Miguel, superiora de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paula.
"Estamos en una caída absolutamente vertiginosa hacia el precipicio de lo irresistible... ¿Cómo pueden las personas llegar a sus centros de trabajo si no encuentran transporte? ¿Cómo pueden dar clases los maestros, y recibirlas los estudiantes, si no descansan en las noches?", cuestionó la religiosa.
Recientemente el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU reconoció que en la isla hay una “profunda crisis económica" que está impactando “significativamente en la seguridad alimentaria y nutricional de la población”.