La Seguridad del Estado amenazó con encarcelar al secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), Iván Hernández Carrillo, por “poner en peligro el orden constitucional y mercenarismo”.
El activista fue detenido el viernes en el viaducto de la capital matancera cuando se dirigía a La Habana a atenderse con el médico. Fue conducido por agentes de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) a la unidad policial conocida como “La Playa”.
“Allí me esperaba el teniente coronel Joel, Jefe de Enfrentamiento en la provincia de Matanzas. Comenzó a hacer su discurso referente a por qué era la detención. Primeramente, querían conocer por qué iba a La Habana. Le expliqué que por un problema de salud. Me dijeron que no, que ni a un chequeo médico, no puedo ir a La Habana”, relató este domingo a Martí Noticias el sindicalista.
Al interrogatorio se incorporó otra oficial de la policía política, que, sin identificarse, le presentó a Hernández Carrillo un “Acta de Advertencia” para que la firmara.
“Me negué a firmar, pero alegaba que yo estaba incitando al pueblo a través de las redes sociales a lanzarse a la calle. Básicamente, me acusaron de atentar contra el orden constitucional; también me dijo que por este delito me podía caber una condena de hasta 15 años de privación de libertad, y por el delito de mercenarismo, que fue otra de las acusaciones por las cuales me estaban advirtiendo, según el Código Penal puede caber una sanción de hasta cadena perpetua o pena de muerte”, explicó el opositor.
Hernández Carrillo fue sentenciado a 25 años de prisión durante la Primavera Negra de Cuba en 2003. En 2011 salió bajo una licencia extrapenal, después de rechazar el exilio al que querían obligarlo las autoridades cubanas.
Tras su excarcelación, fundó la ASIC, una entidad independiente que denuncia ante organismos internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo, las arbitrariedades laborales del régimen cubano.
“Me explicaron que esta era la última advertencia que me iban a formular, que ya la próxima iba directo para la cárcel”, señaló el exprisionero político.
Organizaciones internacionales y personalidades del mundo laboral han solicitado, en repetidas ocasiones al gobierno cubano, que cese el acoso contra el líder sindical y las violaciones a las libertades públicas de afiliados a la entidad independiente.