Creados por Fidel Castro el 28 de septiembre de 1960 para seguir a nivel de cuadra los movimientos de cada ciudadano cubano, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), aún existen y son considerados por muchos como un cuerpo "parapolicial" de vigilancia.
Para algunos, los CDR son un ente en desuso que para los cubanos importa poco ya. Para otros, sigue siendo el cuerpo de vigilancia más eficaz con el que cuenta el régimen cubano por aquello de que "son los ojos del gobierno en el interior de cada casa".
Yoani Sánchez, directora del diario independiente 14ymedio, en su podcast Ventana 14, dice que a los CDR "los pintan como un ente, un organismo naif, ingenuo", refiriéndose a la imagen que el gobierno le quiere dar a los CDR como organización de barrio involucrada en campañas de limpieza, la eliminación de mosquitos y recolectas de materia prima.
"Pero, en realidad, señoras y señores" explica Yoani Sánchez, "los CDR son una organización "parapolicial", de vigilancia, que se dedica a escudriñar en los barrios pàra detectar desviaciones ideológicas, personas que no son afines a la propaganda oficial, personas que ellos consideran contrarios al sistema".
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De acuerdo a la opinión de la periodista independiente, "detrás de ese ropaje de supuesta organización comunitaria se esconde nada más y nada menos que uno de los instrumentos más efectivos de coacción, vigilancia, represión a nivel de cuadra y a nivel de calle".
Recientemente, le fue dada la coordinación nacional de la organización al jefe de los espías cubanos condenados en Estados Unidos Gerardo Hernández. La economista cubana Marta Beatriz Roque Cabello, exprisionera política con una larga trayectoria como opositora al régimen de la isla, opinó al respecto:
"Están tratando de volver a activar los CDR, algo que considero bastante difícil. El régimen sabe perfectamente que es imposible sacar del cementerio a los CDR porque la gente está cansada, tremendamente cansada de esa manía que había de chivatearlo todo, de estar investigando qué tienen en la jaba. Bueno, pues ahora se ha convertido en otro tipo de manía. Sí, la gente investiga lo que hay en la jaba, pero investigan para comprarlo", señaló.