El Movimiento San Isidro calificó de “un absurdo total” los argumentos esgrimidos por las autoridades cubanas para intervenir en la noche del 26 de noviembre en la vivienda que sirve de sede al grupo en el barrio de San Isidro, en la Habana Vieja, según expresaron este viernes en conferencia de prensa virtual.
Michel Matos, vicecoordinador del Movimiento y la académica Omara Ruiz Urquiola, quien permanecía en la calle Damas 955 apoyando a los huelguistas, opinan que el régimen se valió de un falso operativo sanitario para llevar a cabo el asalto a su sede y también llamaron la atención acerca de dos de sus miembros detenidos y en paradero desconocido.
“Cuando fueron a la policía”, afirma Michel Matos, “los huelguistas declaran que los policías empezaron a quitarse las batas y los nasobucos frente a ellos”.
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Para Matos resulta obvio el carácter engañoso de la intervención pues, explica: “continuaron dialogando con ellos. Es decir, si estas personas estuvieron en contacto con un supuesto infectado, las autoridades los detienen, no les hacen ningún tipo de test, e inmediatamente los liberan, exponiendo a la sociedad a un hipotético contagio”.
Por su parte, Urquiola, quien también fuera arrestada en la noche del jueves, expresó sus temores a través de Facebook Live:
“Yo temo mucho por lo que sean capaces de hacerle a Luisma. Luis Manuel Otero Alcántara no consiente, de ninguna manera, en recibir atención médica”.