Unas 68 toneladas de arroz procedentes de China llegaron a La Habana este miércoles como parte de un donativo de 408 t que entregarán a la isla en seis envíos programados para el mes abril.
Las autoridades aseguraron que serán distribuidas de manera “inmediata” a la población en medio de la crisis con el grano. De hecho, en las bodegas de algunas provincias todavía deben la cuota correspondiente al mes de marzo.
En declaraciones a la prensa estatal, Ma Hui, embajador de Beijing en La Habana, dijo que el donativo forma parte de un "plan de medidas de asistencia para el pueblo cubano".
"Este gesto constituye un importante apoyo al país y representa la muestra del sincero sentimiento de la hermana nación China hacia Cuba, que tiene antecedentes históricos, los cuales se pretenden continuar consolidando en el Evento Internacional de Países Socialistas y en Vías de Desarrollo", añadió por su parte el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca.
Cuba importa la mayor parte del arroz que se consume en el país tras un desplome de la producción nacional que ha ido aumentando en los últimos años.
En un balance del Ministerio de la Agricultura en enero pasado, las autoridades admitieron que en 2023 se habían incumplido la mayoría de los planes que tenían y entre ellos mencionaban la producción de arroz.
"La mayoría de las producciones agrícolas y pecuarias no alcanzaron los volúmenes planificados; la demanda de la población, la industria y el consumo social quedó insatisfecha; la contratación de las producciones a campesinos y otros actores económicos estuvo por debajo de lo previsto; el cumplimiento de las 12 funciones estatales que le corresponden al Ministerio de Agricultura tampoco se cumplieron a cabalidad", recoge un reporte del estatal Trabajadores.
El economista Pedro Monreal habló recientemente de la inficiencia de "un sistema agropecuario en el que el Estado es propietario de casi 80% de la tierra agrícola, para solamente gestionar 32% y terminar produciendo muchísimo menos que el sector privado en cultivos cruciales presenta un serio problema con la propiedad y la gestión".
"La primera reflexión que deberían haber hecho hace rato quienes deciden política agropecuaria en Cuba es cómo potenciar el sector nacional que desde hace tiempo tiene la primacía productiva, a pesar de no recibir prioridad, más allá de la retórica oficial ocasional", dijo.