El líder estudiantil hongkonés Joshua Wong -que salió este lunes de prisión- llamó este martes a continuar las protestas en la ciudad tras las disculpas ofrecidas por la jefa del Gobierno local, Carrie Lam, y dijo que las marchas coincidirán con la cumbre del G-20 de Osaka (Japón) los próximos 28 y 29 de junio.
En una rueda de prensa, ante la sede del Ejecutivo de la excolonia británica, Wong pidió la dimisión de Lam a quien reprochó que se limite a decir "lo siento" después de la masiva manifestación en su contra del pasado domingo, la mayor en la historia de Hong Kong.
"No importa cuánto Xi (el presidente chino, Xi Jinping) o Lam ignoren lo que pida la gente, vendrán más y más manifestaciones, especialmente con motivo del G 20 y del 1 de julio", dijo en referencia a la fecha del aniversario del traspaso de la ciudad desde la soberanía británica a la China.
Se espera que durante la cumbre del G-20 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúna con Xi para intentar buscar una solución a la guerra comercial que mantienen desde hace meses las dos principales economías del mundo.
Que se produjesen grandes manifestaciones en Hong Kong coincidiendo con la reunión de ambos mandatarios no sería probablemente del agrado de China.
Wong, que cumplió un mes en prisión de los tres a los que fue condenado por su participación en la llamada "Revolución de los Paraguas", consideró que "es tiempo de enseñarle a Lam lo que es el respeto a los manifestantes".
El activista reclamó su dimisión, aunque aseveró que "da igual a quien pongan en su lugar porque será una marioneta de Pekín" y recalcó que lo que quieren "son unas elecciones libres" para poder elegir directamente al Gobierno local.
La jefa del Ejecutivo ofreció este martes sus "más sinceras disculpas" a los ciudadanos pero no retiró definitivamente el polémico proyecto de ley de extradición que ha provocado multitudinarias protestas en los últimos días.
"La gente ha expresado de manera pacífica lo que quiere, y lo he escuchado alto y claro. Les he escuchado muy atentamente y me han hecho ver que tengo mucho que hacer, especialmente escuchar más", dijo.
Sin embargo, Lam no retiró definitivamente el proyecto de ley de extradición, como demandaban los manifestantes y, respecto a su dimisión, pidió a los ciudadanos de Hong Kong que le den "otra oportunidad" para que su Gobierno pueda "reconstruir la confianza".
El proyecto de ley que planteó se ha encontrado con la oposición de diversos sectores de la sociedad al considerar que podría permitir que activistas o periodistas fueran entregados a China, cuyo sistema judicial no ofrece suficientes garantías.