Tras ser condenado a cinco años de cárcel, el opositor ruso fue liberado en espera del resultado de la apelación.
El dirigente opositor Alexei Navalny fue puesto en libertad el viernes por orden de una corte en Rusia menos de 24 horas después de que lo condenaran por malversación de fondos, una liberación que él mismo atribuye a las protestas por su sentencia a cinco años de prisión que sus simpatizantes consideran un claro intento político por acallar al crítico del presidente Vladimir Putin.
La fiscalía había solicitado que el candidato en las elecciones para la alcaldía de Moscú fuera excarcelado en tanto mientras se esperan las apelaciones contra su condena a fin de que pueda participar en la contienda electoral este año.
La medida fue considerada un intento por tranquilizar la indignación pública y dar legitimidad a una votación que se anticipa será ganada por un funcionario en ejercicio respaldado por el Kremlin.
El bloguero popular que puso de manifiesto la corrupción a altos niveles y se burló del Kremlin no dijo inmediatamente si permanecerá en la puja electoral, tras manifestar resentimiento por lo que caracterizó como manipulación política.
Navalny quedó en libertad con la condición de que no salga de Moscú en tanto se completan las apelaciones contra su condena.
Tras la decisión de la corte, Navalny salió sonriente de la sección con barrotes para los acusados en la sala del tribunal. Abrazó a su esposa y agradeció a sus partidarios que el jueves escenificaron protestas en la Plaza Manezhnaya junto al Kremlin contra su sentencia.
Vestido con playera negra y pantalones vaqueros, dijo que su liberación se debió a las protestas del jueves. Sostuvo que su condena y sentencia "habían sido respaldada por la administración presidencial... pero cuando la gente salió a la Manezhnaya se apresuraron a revocar esa decisión".
El juez Ignatly Embasinov apoyó la liberación aduciendo que la encarcelación de Navalny habría "impedido que ejercitara su derecho a ser elegido". Su explicación fue recibida por aplausos por los partidarios de Navalny.
La abogada de Navalny, Olga Mijailova, describió el fallo del viernes como algo sin precedentes en Rusia. Frente al tribunal, Navalny fue recibido por sus simpatizantes, uno de los cuales le ofreció blinis -panqueques rusos- en un gesto sarcástico que aludía al juego de palabras por el nombre del juez que lo sentenció, Sergei Blinov.
Navalny dijo que era "imposible de predecir" si la decisión del viernes podría aumentar las probabilidades de su absolución en apelación. Agregó que no había decidido todavía si continuar su campaña electoral.
"No soy una mascota o un títere que puede ser desplazado de la elección diciéndome 'No puedes postularte' y después "Sí, dejemos que vuelva'. Volveré a Moscú y lo consultaré con mi equipo electoral", agregó.
La presentación del recurso de apelación y la decisión de la Corte de la región de Kirov tomaron poco más de una hora, en contraste con la agotante lectura del veredicto y de la sentencia que se extendieron el jueves tres horas y media en una corte inferior.
Navalny, un conocido bloquero y abogado anticorrupción, alcanzó la prominencia entre la oposición durante las diversas protestas multitudinarias efectuadas en Moscú contra la reelección de Vladimir Putin para un tercer periodo presidencial en los comicios de marzo de 2012.
Fue Navalny el primero en llamar al dominante Rusia Unida "el partido de sinvergüenzas y ladrones", una frase que se convirtió en un grito de guerra para la incipiente oposición al presidente Putin.
La condena impuesta a Navalny había suscitado de inmediato las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Navalny comenzó su ascenso a la prominencia mediante mensajes por blog que alcanzaron a cientos de miles de personas sobre sus investigaciones relacionadas a la corrupción en las empresas estatales en las que tenía acciones.
El dirigente, su equipo de abogados y activistas examinaron registros de propiedades en el extranjero para identificar a altos funcionarios y legisladores que poseían activos extranjeros no declarados así como ciudadanías de otros países.
La fiscalía había solicitado que el candidato en las elecciones para la alcaldía de Moscú fuera excarcelado en tanto mientras se esperan las apelaciones contra su condena a fin de que pueda participar en la contienda electoral este año.
La medida fue considerada un intento por tranquilizar la indignación pública y dar legitimidad a una votación que se anticipa será ganada por un funcionario en ejercicio respaldado por el Kremlin.
El bloguero popular que puso de manifiesto la corrupción a altos niveles y se burló del Kremlin no dijo inmediatamente si permanecerá en la puja electoral, tras manifestar resentimiento por lo que caracterizó como manipulación política.
Navalny quedó en libertad con la condición de que no salga de Moscú en tanto se completan las apelaciones contra su condena.
Tras la decisión de la corte, Navalny salió sonriente de la sección con barrotes para los acusados en la sala del tribunal. Abrazó a su esposa y agradeció a sus partidarios que el jueves escenificaron protestas en la Plaza Manezhnaya junto al Kremlin contra su sentencia.
Vestido con playera negra y pantalones vaqueros, dijo que su liberación se debió a las protestas del jueves. Sostuvo que su condena y sentencia "habían sido respaldada por la administración presidencial... pero cuando la gente salió a la Manezhnaya se apresuraron a revocar esa decisión".
El juez Ignatly Embasinov apoyó la liberación aduciendo que la encarcelación de Navalny habría "impedido que ejercitara su derecho a ser elegido". Su explicación fue recibida por aplausos por los partidarios de Navalny.
La abogada de Navalny, Olga Mijailova, describió el fallo del viernes como algo sin precedentes en Rusia. Frente al tribunal, Navalny fue recibido por sus simpatizantes, uno de los cuales le ofreció blinis -panqueques rusos- en un gesto sarcástico que aludía al juego de palabras por el nombre del juez que lo sentenció, Sergei Blinov.
Navalny dijo que era "imposible de predecir" si la decisión del viernes podría aumentar las probabilidades de su absolución en apelación. Agregó que no había decidido todavía si continuar su campaña electoral.
"No soy una mascota o un títere que puede ser desplazado de la elección diciéndome 'No puedes postularte' y después "Sí, dejemos que vuelva'. Volveré a Moscú y lo consultaré con mi equipo electoral", agregó.
La presentación del recurso de apelación y la decisión de la Corte de la región de Kirov tomaron poco más de una hora, en contraste con la agotante lectura del veredicto y de la sentencia que se extendieron el jueves tres horas y media en una corte inferior.
Navalny, un conocido bloquero y abogado anticorrupción, alcanzó la prominencia entre la oposición durante las diversas protestas multitudinarias efectuadas en Moscú contra la reelección de Vladimir Putin para un tercer periodo presidencial en los comicios de marzo de 2012.
Fue Navalny el primero en llamar al dominante Rusia Unida "el partido de sinvergüenzas y ladrones", una frase que se convirtió en un grito de guerra para la incipiente oposición al presidente Putin.
La condena impuesta a Navalny había suscitado de inmediato las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Navalny comenzó su ascenso a la prominencia mediante mensajes por blog que alcanzaron a cientos de miles de personas sobre sus investigaciones relacionadas a la corrupción en las empresas estatales en las que tenía acciones.
El dirigente, su equipo de abogados y activistas examinaron registros de propiedades en el extranjero para identificar a altos funcionarios y legisladores que poseían activos extranjeros no declarados así como ciudadanías de otros países.