Activistas dentro y fuera de la isla han creado la campaña "Ni Un Preso Político Más en Cuba" a través de las redes sociales con el propósito de “combatir las campañas de descrédito y manipulación […] de la dictadura cubana”, contra quienes se atreven a oponérsele.
La iniciativa es independiente y se apoya en las denuncias y listas de prisioneros políticos de organizaciones como Cubalex, Prisoners Defenders y Justicia 11J, dijo a Radio Martí, desde Alemania, el recientemente exiliado Jonatan López, familiar del preso político Andy García Lorenzo.
“Acercar un poco más la figura del preso político a la sociedad, […] al pueblo ‘de a pie’ que hoy aún está dormido. Acercarle el ejemplo de estos muchachos que salieron el 11 de julio (de 2021) a protestar, a manifestarse, y a ejercer su derecho de libertad de expresión y de manifestación”, explicó López.
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“Acercar estos ejemplos a las personas, a la sociedad en sí; que ellos se vean reflejados en estos muchachos, y que sepan […] que mañana pueden ser ellos mismos; pueden ser uno más de este presidio”, agregó el joven activista.
Según López, “crear entrevistas” con familiares de los prisioneros políticos es una de las formas en que se proponen humanizar la imagen de los presos, y para eso están habilitando etiquetas y espacios en todas las redes sociales.
También organizarán más transmisiones en vivo desde estos espacios de participación, como el presentado este martes en Twitter Spaces para el lanzamiento de la campaña, en el que se pudo escuchar las voces de las organizaciones Cubalex y Prisoners Defenders, y de familiares de presos políticos cubanos.
Desde 1959, recién arribado al poder, el régimen castrista utilizó todos los medios para desprestigiar a quienes que se mostraran en desacuerdo, parcial o totalmente, con sus postulados y directrices, incluidos fusilamientos sumarios y ejemplarizantes transmitidos por la televisión pública en horarios de mayor audiencia.
Traidores, gusanos, agentes de la CIA, financiados por los enemigos de la revolución y un largo rosario de epítetos que han incidido en la conciencia colectiva debido a la ausencia, durante más de cinco décadas, de fuentes alternativas con las que contrastar información.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)