Nuestra premisa:
El comunismo quiso establecerse como la etapa final del desarrollo de la conciencia humana, momento histórico irrebasable donde el ser humano, mediante la colectivización de la economía y la socialización de los medios de producción, lograba la eliminación de la propiedad privada y por tanto de las relaciones de explotación en la sociedad. Lo que ocurrió fue algo completamente diferente.
El comunismo llegó al poder o por golpes de estado dados por grupos de revolucionarios profesionales leninistas insertados en insurrecciones populares de “frente amplio”, o mediante invasiones a países soberanos en promoción de golpes comunistas. Estos revolucionarios profesionales contaron con el “apoyo de las masas” cuando una vez en el poder, adquirieron la capacidad de organizar desfiles masivos con el poder del estado. Sin embargo, desde la Unión Soviética hasta Cuba, lo frecuente y poco estudiado fue la tenaz Resistencia de sectores populares al totalitarismo.
Los hechos:
Usando diferentes vías, la Resistencia popular al Comunismo se inició en la misma Unión Soviética. El reconocido historiador Orlando Figes ha documentado y estudiado en su galardonado libro "A People’s Tragedy", la cantidad de huelgas obreras, levantamientos militares y rebeliones campesinas que se produjeron en contra de los Bolcheviques desde su llegada al poder. Asimismo, las tropas soviéticas estuvieron combatiendo guerrillas anticomunistas en Ucrania, Lituania y Estonia hasta bien adentrados los años 50. En el caso de Polonia y Alemania del Este, las huelgas y protestas obreras fueron realmente incesantes. El más conocido fue el caso de Hungría, donde una coalición espontánea de estudiantes, obreros y militares lograron el derrocamiento del comunismo en 1956.
En México, guerrillas campesinas conocidas como “los Cristeros”, pusieron en jaque la orientación leninista de Plutarco Elías Calles, resultando en su eventual derrocamiento. En Cuba, tanto guerrillas rurales como un clandestinaje urbano, as como las persistente actividad militar de los exiliados, llevó al régimen castrista a enfrentar una verdadera guerra nacional.
Las guerrillas campesinas anti comunistas en Nicaragua, Angola y Mozambique le crearon una hemorragia de recursos a la Unión Soviética de la cual no pudo recuperarse. Asimismo, la no colaboración del pueblo salvadoreño con la ofensiva final guerrillera en 1989, desvirtuó el ultimo esfuerzo soviético-castrista por crearle a Estados Unidos un “Vietnam Centroamericano”.
El de la URSS y la Doctrina Reagan
En realidad el fin del comunismo se dio porque los más perspicaces estrategas del anti comunismo se dieron cuenta precisamente de esto: que existían a través del mundo importantes bolsones de Resistencia popular a los regímenes marxistas-leninistas que, de ser potenciadas podrían contribuir al derrumbamiento de toda la estructura imperial soviética.
Desconocer esta información clave contribuyó a la debilidad norteamericana en las negociaciones con los soviéticos en la década de los 70, a pesar de que visionarios como Zbigniew Brezinski y Constantine Menges lo advirtieron constantemente por la parte estadounidense, sus propuestas no fueron ampliamente bien recibidas inicialmente.
Sin embargo, uno de los pocos reconocidos pero más efectivos de los estrategas anti comunistas internacionales fue el Generalisímo Chiang Kai Shek, jefe de estado, desde Taiwán, en la República de China. Chiang, que había pasado por las escuelas de cuadros comunistas y había enviado a los mejores líderes de su Partido Nacionalista Chino a las mismas, incluyendo a su propio hijo, comprendía profundamente el método y la estrategia comunista.
Desde el poder de maniobra internacional que le otorgaba la eficiente economía taiwanesa, fue pionero en identificar cuadros anti comunistas en países cautivos y entrenarlos para la lucha popular anti comunista en la famosa Escuela de Lucha Política en las afueras de Taipei. Desde Ucrania hasta El Salvador, desde Solidaridad hasta las fuerzas de UNITA, recibieron un esencial entrenamiento por parte de los nacionalistas chinos.
Asimismo, Chiang fue pionero en el desarrollo de la Liga Mundial Anticomunista, red internacional de fuerzas anti comunistas sobre todo de los países ocupados por el comunismo, que en la década de los 70, durante el mayor auge internacional del poder soviético, crearon las bases para una solidaridad efectiva que eventualmente minaría a la URSS desde adentro.
Cuando Ronald Reagan es electo presidente en 1980, su doctrina Reagan de asistencia inmediata a las fuerzas de Resistencia anti comunista donde quiera que se encontraran, pudo desarrollarse tan velozmente gracias a la existencia de redes internacionales como la Liga Anti Comunista, el Bloque de Naciones Cautivas, y el Comité sobre el Peligro Actual.
Aquellos países donde la Resistencia anti comunista obtuvo victorias decisivas, como en Polonia o la República Checa, es donde la democracia ha florecido y los pueblos han mejorado notablemente su nivel de vida. Aquellos donde el cambio no fue total, o donde los partidos comunistas preservaron una cuota de poder nunca han logrado desarrollar plenamente sus pontencialidades. Lo cual nos demuestra que o la democracia se base en la soberanía plena del pueblo, o sencillamente no es democracia.