Amnistía Internacional y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos criticaron el recrudecimiento de la represión en Nicaragua.
“La represión en Nicaragua no deja a nadie a salvo,” afirmó Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“Desde líderes indígenas, periodistas, personas defensoras de derechos humanos y cualquiera que sea visto como un riesgo para las políticas del gobierno, las autoridades siguen consolidando el clima de miedo en el que disentir se castiga con cárcel, exilio o desaparición”, declaró la semana pasada en un comunicado de prensa.
Amnistía Internacional también nombró a Brooklyn Rivera, líder indígena miskito, como Preso de Conciencia y llamó a las autoridades nicaragüenses a disponer su libertad inmediata e incondicional.
“Ejercer sus derechos y disentir de las políticas gubernamentales lo (a Rivera) convirtió en blanco de la maquinaria represiva. Su caso refleja cómo las autoridades han mantenido una política de intolerancia y castigo a cualquier voz crítica”, explicó Piquer.
Rivera se suma a cientos de personas que, durante los últimos seis años, han sido encarceladas injustamente en Nicaragua por ejercer sus derechos, precisó Amnistía Internacional.
En un comunicado aparte, la RELE hizo un llamado urgente a Nicaragua para cesar la persecución contra la prensa independiente y liberar de inmediato a las personas detenidas arbitrariamente, entre ellas, periodistas y comunicadores cuyo paradero aún se desconoce, así como a respetar y garantizar los derechos a la libertad de expresión y de prensa.
Este año, la Relatoría Especial ha documentado al menos seis casos de detenciones arbitrarias de periodistas en Nicaragua, incluyendo las recientes detenciones de Leo Catalino Cárcamo y Elsbeth D'Anda.
La Relatoría Especial también expresó su preocupación “por las condiciones que enfrentan las personas detenidas arbitrariamente en Nicaragua, quienes estarían siendo sometidas a tratos crueles, inhumanos o degradantes por parte de funcionarios estatales, incluyendo golpizas, descargas eléctricas, aislamiento prolongado, privación del sueño, interrogatorios constantes y restricción del acceso a la luz solar”.
El pasado 10 de diciembre, en el Día Mundial de los Derechos Humanos, Estados Unidos advirtió que la situación en Nicaragua estaba empeorando.
En Nicaragua, "la incesante campaña de represión, detenciones por motivos políticos y exilio de personas despojan a los ciudadanos nicaragüenses de sus derechos", declaró el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols. "Los nicaragüenses se merecen algo mejor", agregó en un comunicado divulgado en redes sociales.