Es marzo de 2003 y varias decenas de viviendas de activistas de Derechos Humanos en Cuba ya están en una lista para ser arrasadas por oficiales del Ministerio del Interior. Los registros domiciliarios practicados a los disidentes entre el 18 y el 21 de marzo dejaron el saldo de miles de infolios ocupados; el decomiso de viejas máquinas de escribir, centenares de libros y objetos que hoy sería risible relacionar: Cámaras de video de mini casetes, grabadoras de cinta prácticamente destartaladas, además de 75 hombres llevados a prisión bajo penas que oscilaron entre los 6 y los 28 años de cárcel.
Siete años después, la mayoría de ellos se fue al exilio bajo la intervención de la Iglesia Católica cubana, el Gobierno de España y la presión de la sociedad civil independiente a raíz de la huelga de hambre emprendida por Guillermo Fariñas Hernández al día siguiente de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, en la misma medida de fuerza.
Quince de aquellos excarcelados eligieron permanecer en Cuba para seguir el mismo camino de activismo social y político que los puso tras las rejas. Como quedaron bajo libertad extrapenal, sólo tres lograron salir del país, pues a la mayoría de ellos las autoridades se los impide tajantemente.
No se concibe una lucha efectiva a favor de la democracia sin sacrificios
José Daniel Ferrer García (JDFG) fue condenado a 25 años de encierro cuando los tribunales cubanos decidieron que atentaba contra "la seguridad nacional". El 2003 fue un año difícil, su hermano Luis Enrique Ferrer recibió 28 años de castigo bajo la misma figura, que casi no se conocía como Ley 88 sino como "Ley Mordaza".
José Daniel, nacido en 1970, comenzó recogiendo firmas para la iniciativa ciudadana del Proyecto Varela, fue preso por 8 años, hasta que en 2011 salió y creó la que es hoy la más amplia organización de la sociedad civil, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), con centenares de activistas a lo largo de la isla.
La creó en Palmarito de Cauto, una barriada recostada a la carretera Central, camino a Palma Soriano en Santiago de Cuba. Los primeros activistas que la integraron fueron los vecinos, quienes lo esperaron al salir de prisión, muchos de ellos fueron apresados cuando UNPACU empezó a "sonar". Desde entonces, han tenido más de 80 presos políticos; en la actualidad, 14 están tras las rejas.
De ese saldo de detenidos, golpeados y vejados habla José Daniel Ferrer a Martí Noticias: "Al saber uno lo compleja que resulta la prisión y las condiciones que impone el régimen castrista a quienes nos oponemos a su régimen dictatorial, nos hace sentir con muchísima responsabilidad. Siempre les hemos dicho a los activistas que deben estar preparados para ese momento, si no se concibe un campeón de boxeo o un buen bailarín sin un buen entrenamiento riguroso, no se concibe una lucha efectiva a favor de la democracia (…) sin sacrificios", argumenta.
Para los hechos de 2003, que le llevaron a separarse de su madre y hermanos, a los que no ha visto más desde que decidieran entre todos que se fueran al exilio y él quedara en Cuba, respondió: "Fuimos a prisión por defender los derechos y libertades del pueblo cubano (y) continuamos haciéndolo desde las prisiones y salimos fortalecidos, fue toda una escuela. Continuamos luchando, seguimos con sanciones que pesan sobre nuestras cabezas –en mi caso la sanción se extingue en 2028– y salimos con mayores energías y experiencia para seguir luchando por lo que Cuba necesita", concluyó.
La línea de acción de UNPACU es llevar la actividad antigubernamental pacífica directamente a las calles, como se puede observar en los videos que tienen en sus canales de publicación.
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Con los 75 muchos se bajaron de esa horrible comparsa que es la revolución cubana
Vive en el municipio Colón, en la provincia Matanzas. Iván Hernández Carrillo, nació en 1971 y con solo 21 años en 1992 fue encausado bajo la figura de "propaganda enemiga", cumplió dos años y al salir se inmiscuyó en el sindicalismo independiente. En el día de hoy es Secretario General de la Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC).
El joven estudiante de Informática, condenado a 25 años de prisión en 2003, se ha convertido en un ferviente usuario de la red social Twitter, una herramienta que le permite lanzar denuncias al mundo desde su propio teléfono y apoyar lo que hacía antes de irse a los calabozos en aquella Primavera Negra, como también se le conoció a la Causa de los 75.
"Fue un antes y un después para la causa cubana, el mundo comenzó a ver a Cuba con otros ojos. Los amigos de Castro, recuerda, muchos le dieron la espalda, otros se bajaron de esa horrible comparsa que es la revolución cubana", señala Hernández Carrillo, apuntando al saldo que ha visto de todo aquello.
El resultado colectivo para el entramado de la sociedad civil independiente es valorado por Iván como de positivo. "La oposición se fortaleció políticamente, se logró unir a muchas organizaciones dentro de Cuba. Y los que quedamos en Cuba nos hicimos el compromiso de mantenernos firmes hasta que en nuestra patria se logre conseguir la democracia, que tanta falta nos hace, independientemente que valoramos muchísimo a todos los que han salido de Cuba y se han mantenido luchando allí (…) a brazo partido también porque a Cuba regresen la libertad y la democracia. Y porque ellos también desean regresar a Cuba para formar parte de esta sociedad que deseamos construir para el bien de todos", concluyó.
En riesgo constante de ser encarcelado
Ángel Moya Acosta viajaba entre Matanzas y La Habana buscando activistas para el grupo que entonces había ayudado a fundar, el Movimiento Opción Alternativa. Tenía 39 años el día que llegaron las tropas del Departamento de Seguridad del Estado a su casa.
"Asaltaron mi casa, se llevaron todo lo que tenía que ver como elemento subversivo, de acuerdo al objetivo que ellos planteaban, que eran simplemente material informativo, opiniones mías plasmadas en papel, libros, y esto fue lo que usaron para justificar el largo encierro a que nos iban a someter. No nos ocuparon ni una cuchilla de afeitar", recuerda Moya Acosta, quien presidente hoy el Movimiento Libertad y Democracia por Cuba.
Moya recibió en los 7 años que estuvo en prisión (de una condena de 20) el apoyo de su esposa Berta Soler Fernández, fundadora del Movimiento Damas de Blanco. Soler ha salido por el mundo a denunciar el caso de esta docena de ex prisioneros, a los que bajo Libertad extrapenal se les impide salir del país. Ángel no puede hacerlo, pero tiene un pendón sobre sí, lo sabe y lo tiene claro.
"Significa que en cualquier momento, cuando el Gobierno estime conveniente, manda a sus fuerzas represivas y nos pueden arrestar en cualquier lugar de Cuba. Pero pese a eso, que pende sobre cada uno de los que estamos en Cuba, e incluso, de los que fueron forzados a tomar el exilio –que no pueden regresar– de que si regresan pueden ir a prisión también, continuamos con el activismo en la promoción de lo establecido en la Declaración (Universal) de los Derechos Humanos", finalizó.
La única mujer
Nació en La Habana y es hija de inmigrantes canarios. Martha Beatriz Roque Cabello fue la única mujer implicada en la Causa de los 75, pero en 1997 había ido a la cárcel por redactar y dar a conocer "La Patria es de todos", junto a René Gómez Manzano, Félix Bonne y Vladimiro Roca. Se la llevaron y la tuvieron que devolver a casa debido a los padecimientos de salud adquiridos en la cárcel de Manto Negro. Al salir, ayudó a conformar la Asamblea para la Resistencia, en 2005, trabajó en la celebración del Congreso de las Bibliotecas Independientes y otros proyectos más.
Este 17 de marzo, Roque Cabello, Directora de la Red Cubana de Comunicadores Comunicadores Comunitarios habitual colaboradora del portal Cubanet, hizo en esa plataforma una aproximación cabalística en el artículo La Primavera Negra, en primera persona: "Quizá el dictador, dentro de su táctica, pensó en usar un número múltiplo de 5, porque creyó que era posible cambiarnos por los espías. El cálculo le salió mal y tuvo como consecuencia la prisión de Alan Gross, con todos esos cargos inventados. Y es que él había prometido a sus soplones que regresarían, por lo cual necesitaba motivar al presidente Obama", señala.
Martha Beatriz ha denunciado en reiteradas ocasiones la cabriola jurídica de la libertad extrapenal, esa que impide a los restantes de los 12 que están hoy en Cuba exponer sus opiniones en los múltiples foros internacionales a donde han sido invitados.
"Como hemos decidido seguir residiendo en Cuba, se nos aplica la ley y no podemos viajar al exterior, por encontrarnos todos en licencia extrapenal. Este limbo jurídico, ni siquiera nos garantiza que si –por desgracia– cuando terminemos nuestras sanciones está aún en el poder el régimen totalitario, podamos salir en libertad. Según lo establecido, los años que estemos bajo este estatus no cuentan en la condena. Ninguno de los que nos mantenemos en el país tiene un documento oficial que explique nuestra condición legal. En numerosas ocasiones, por diferentes vías, se ha solicitado al régimen, según está establecido en la ley, que se nos dé la libertad, según anunció –en la prensa oficial– el cardenal Jaime Ortega Alamino cuando fueron desterrados la mayoría de los miembros del grupo", explicó.
Héctor Maseda: Enterrado vivo
Escribió parte de sus memorias estando en prisión (Enterrados vivos), Laura Pollán, muerta "en circunstancias oscuras" se las ayudó a sacar desde dentro de las rejas. Héctor Maseda Gutiérrez era el presidente del Partido Liberal de Cuba, lo condenaron a 20 años de cárcel por la misma causa que a todos sus colegas: Atentar contra la seguridad nacional. Era miembro del Grupo Decoro, escribía notas y artículos de prensa, ya era Gran Maestro de la Logia Masónica de Cuba, aun así fue visto como un peligro para sus enemigos, una dictadura que lleva más de cinco décadas en el poder, a la que desafía quedándose a reclamarle de frente.
"La decisión está más que clara, la primera trinchera es aquí en Cuba. Y siempre estuvimos dispuestos a mantenernos acá. A mí me hicieron tres consultas (para que se fuera del país) a través del cardenal (Jaime) Ortega, y en las tres ocasiones dije que no, para irme por España, la segunda por México y de ahí a Estados Unidos y luego directamente a Estados Unidos", señala Maseda.
Una pregunta la responde directamente, sin vacilar. ¿Qué le impulsa a seguir?: "Mis principios. Yo tengo un concepto muy claro de lo que es la democracia, porque yo la viví aunque era joven y, sencillamente, estoy cansado de los cincuenta y tantos años que llevamos de una tiranía absolutista".
Héctor rememora a Laura, quien aglutinó a otras madres y esposas de los 75 en el Movimiento Damas de Blanco: "Mi esposa hizo lo posible e imposible por lograr la liberación de todos nosotros y que en Cuba se respetaran los Derechos Humanos. Murió en el empeño, estoy casi convencido, pero no tengo los elementos suficientes, de que por abandono y no atenderle su diabetes fue que falleció", concluyó.
Maseda Gutiérrez preside el proyecto Partidos Liberales de Cuba, y coordina el Centro de Estudios Socioeconómicos y Políticos.
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Un escritor, un triunfador
Jorge Olivera Castillo fue condenado a 18 años de cárcel y, aunque vivía en el mismo centro de La Habana, lo enviaron a pudrirse en la Prisión Provincial Combinado en Guantánamo, a casi 800 km de distancia, adonde iba a verlo su esposa, la también activista Nancy Alfaya.
Olivera ha podido reponerse de aquellos casi 2 años que pasó encerrado, sus artículos se publican en Cubanet, Diario de Cuba, Martí Noticias y varios sitios más. Ya tiene casi una decena de libros de poesía y prosa, publicados a través de manos solidarias que se extendieron para sacar su voz desde dentro de los muros de la censura y aun continúa en el empeño.
Habla por todos sus compañeros de infortunio: "No hemos cejado, no hemos echado un paso atrás en nuestros principios, al contrario, y creo que es un ejemplo para las nuevas generaciones de luchadores pro democráticos, que se han integrado y se integrarán, indiscutiblemente, en el transcurso de los próximos años", indica este intelectual que se piensa independiente y alternativo.
La alternatividad que practica le ha llevado a que amigos e intelectuales del mundo editorial le hayan abierto las puertas para publicar sus libros, lo que asume como un logro de la constancia y el sueño de la libertad. Hoy Olivera Castillo es el presidente del Club de Escritores de Cuba. "He tenido bastante suerte –asegura– en haber tenido la oportunidad de publicar, gracias a la ayuda de muchas personas e instituciones, en varios países y ser traducido a varios idiomas, algo impensable. La cárcel me dio el impulso para, definitivamente, convertirme en un escritor. Agradezco a Dios por haberme brindado el talento", finalizó.
Los restantes ex prisioneros políticos de esta causa son: Oscar Elías Biscet, Diosdado González Marrero, Félix Navarro Rodríguez, Arnaldo Ramos Lauzurique, Eduardo Díaz Fleitas y Librado Linares. Héctor Palacios y Pedro Argüelles Morán viajaron a Estados Unidos luego de ser liberados. Miguel Valdés Tamayo, liberado en abril de 2004, falleció en La Habana el 11 de enero de 2007, luego de un infarto al corazón. El economista Oscar Espinosa Chepe falleció en España en septiembre de 2013, adonde había viajado a tratarse un padecimiento hepático.
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