El largometraje Playing Lecuona, estrenado el viernes en el Festival Internacional de Cine de Miami, cuenta con las actuaciones de tres renombrados pianistas: Chucho Valdés, Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba que rinden honores al famoso compositor y pianista cubano Ernesto Lecuona (1895-1963).
El largometraje cinematográfico, dirigido por Pavel Giroud (Cuba) y JuanMa Villar Betancort (Islas Canarias), es una coproducción internacional, liderada por la productora canaria Insularia Films y cuenta con el apoyo del Programa IBERMEDIA, ICAA (Ministerio de Cultura de España), Gobierno de Canarias, Canal Sur de Andalucía, TV Pública Canaria, Fundación SGAE, Turismo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna, entre otros organismos, y ha sido rodado en las ciudades de La Habana, Guanabacoa y Matanzas (Cuba), Miami y Nueva York (Estados Unidos), Sevilla y Málaga (Andalucía), así como en La Laguna y Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias).
El contó con la participación de destacados artistas invitados, como Ana Belén, Omara Portuondo, Raimundo Amador y Los Muñequitos de Matanzas.
Lecuona de origen canario, nació en 1896 en Guanabacoa (Cuba) y comenzó a componer a los once años, aunque ya a los seis recibió premios como pianista, a los 15 era maestro de música y dos años más tarde se graduó en el Conservatorio de La Habana.
Su obra lo convierte en uno de los artistas e intérpretes cubanos más conocidos internacionalmente gracias a canciones como "Siboney", "Estás en mi corazón" o "La comparsa", que forman parte de las más de 850 composiciones que llevan su firma, entre las que hay además sinfonías, zarzuelas y una ópera titulada "El sombrero de Yarey".
Por su oposición al régimen de Fidel Castro fue destituido de su cargo de presidente de la Sociedad Nacional de Autores Musicales de Cuba; se exiló en Estados Unidos y pidió en su testamento que sus restos jamás fuesen repatriados a la isla en tanto la “camarilla” de los Castro gobernara.
Murió en 1963 y sus restos están en el cementerio Gate of Heaven de New York.
Su música sufrió décadas de censura en la isla.