¡Se calentó Luis Robert Jr. y de qué manera!
El jardinero central de los Medias Blancas de Chicago tuvo una semana demoledora y fue el cubano más sobresaliente en las Grandes Ligas durante los últimos siete días.
Del lunes 19 al domingo 25 de junio, La Pantera disparó ocho cohetes en 18 turnos, para average de .444, con seis carreras anotadas y cinco impulsadas.
Su slugging semanal fue de 1.111 y con esos cuatro cuadrangulares llegó a 21 en la temporada, la segunda cifra más alta en toda la Liga Americana, que encabeza el japonés Shohei Ohtani, de los Angelinos de Los Angeles, con 25.
Otro que estuvo encendido fue Yandy Díaz, primera base de los Rays de Tampa Bay.
El hijo de Jorge “La Araña” Díaz se fue de 21-10 (.476), con seis anotadas y par de remolques.
Todos sus hits fueron sencillos y elevó su average hasta .316, el segundo del joven circuito, apenas dos puntos por detrás de Bo Bichette, de los Azulejos de Toronto, y Austin Hays, de los Orioles de Baltimore.
El trío ha establecido una cerrada carrera por el liderazgo de los bateadores en la Americana.
Su compañero de equipo, Randy Arozarena, también gozó de gran período semanal.
En 24 visitas al plato, despachó ocho cohetes, para average de .333, con tres anotadas y seis empujadas.
Como extrabases aportó un doble y un jonrón, para slugging de .500.
José Dariel Abreu continuó su lento renacer con los Astros de Houston, en medio de rumores de que el equipo pretende ponerlo a disposición en el mercado de cambios e incluso, con un día relegado a la banca.
En 16 turnos, Abreu ligó cinco hits, para average de .313, con una anotada y tres impulsadas, un biangular, un bambinazo y slugging de .563.
Y uno que tiene un pie puesto en el mercado es el lanzallamas Aroldis Chapman, de los Reales de Kansas City.
Chapman trabajó en tres partidos en la semana, con tres episodios en blanco (0.00) y tres abanicados.
Con los Reales eliminados de toda opción, el zurdo relevista es una excelente opción para cualquier equipo con posibilidades de avanzar a la postemporada.
Frío,frío
El segunda base de los Dodgers de Los Angeles, Miguel Vargas, no acaba de establecerse en su año de novato.
Esta semana estuvo congelado al bate, con apenas un hit, jonrón, por cierto, en 15 turnos, para un anémico average de .067.
La parte positiva para el hijo de Lázaro Vargas es su capacidad para poner la pelota en juego, pues se poncha poco y negocia una buena cantidad de bases por bolas.
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