La Nación: Fidel Castro ante la historia

ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR

El diario La Nación hace un recuento de la historia de Cuba en los últimos 50 años y las tareas para el futuro sin la sombre de Fidel Castro.

Un editorial del diario La Nación, de Argentina, publicado este lunes, recuerda que a un mes de la muerte del ex dictador cubano Fidel Castro, los seguidores intentan transformarlo en un mito, con fábulas, ficciones alegóricas " alejadas de la verdad que con ellas se pretende desfigurar".

Afirma el diario que "su pretendida revolución terminó siendo un fracaso que postergó al sufrido pueblo de Cuba, que continúa viviendo en el atraso y maniatado por el totalitarismo, sin poder gozar de sus libertades civiles y políticas esenciales". Y que el pueblo cubano sufre "uno de los niveles de vida más bajos de la región, caracterizado por la proliferación de padecimientos colectivos en materia social y económica, excepto para la privilegiada elite gobernante".

Recuerda que "con violencia sin límites y autoritarismo, Castro impuso un sistema político de partido único dotado de un discurso oficial rígido y conservador que no admitió el disenso ni el debate y que el dictador garantizó mediante la arbitraria supresión de los derechos y garantías individuales a todos quienes no compartían sus postulados".

Para los cubanos "la vida transcurre hoy en la monotonía, lejos de los ideales tempranos de la revolución idealista que encabezó Fidel Castro y que, por lo menos en su momento inicial, predicó engañosamente la libertad y prometió falsamente la participación de todos en la construcción de un bienestar social colectivo que jamás llegó al pueblo de Cuba".

Sobre la educación y medicina dice La Nación que "los pocos logros constantemente invocados por sus seguidores son tan sólo episódicos y no estructurales y cuentan con un cuidadoso esfuerzo de propaganda oficial que los magnifica y exagera escandalosamente" pues un estudio riguroso "cuando se mide efectivamente la calidad de las prestaciones se advierte cuán deficientes son".

Para el diario Cuba fue desteñida con el monopolio de la verdad que edificó el régimen y "le quitaron la clásica creatividad latina. La pintaron en cambio con un aburrido tono gris. Con una cultura postrada, Cuba extravió, poco a poco, hasta el romanticismo que en su momento la caracterizaba".

Sobre la economía destaca que "el abrazo al caducado modelo marxista-leninista, el del colectivismo fracasado en todas las latitudes, sumió a Cuba en una profunda y prolongada precariedad económica y la alejó del camino del progreso que transita casi todo el resto del mundo".

Tras la muerte del ex dictador el editorial asegura que "Cuba entra ahora en una etapa de transición que presumiblemente no será fácil" y "será decisivo para ello el encuentro de la Cuba isleña y la expatriada. También puede gravitar la hasta no hace mucho perseguida Iglesia Católica cubana".

Y culmina afirmando que "la historia recordará ciertamente que Fidel Castro ha sido también el gran responsable de exportar e impulsar con un intervencionismo absolutamente sin par la violencia y el totalitarismo a casi toda América Latina. Lo hizo promoviendo y apoyando activamente a los violentos movimientos subversivos que asolaron la región en las décadas de los 60 y los 70 y cometieron horribles delitos de lesa humanidad contra un sinnúmero de víctimas civiles inocentes, crímenes que lamentablemente permanecen impunes. Detrás de muchos de ellos aparece, de una manera u otra, la sombra oscura de Fidel Castro".