Rowland Jesús Castillo Castro cumplió los 18 años en prisión. Fue encarcelado por su participación en las protestas populares en la esquina de Toyo y Calzada de 10 de Octubre, en La Habana, el 11 de julio.
Una condena de 23 años de privación de libertad por el supuesto delito de sedición, con la que se quiere castigar al joven, es la más alta petición fiscal entre los menores de edad enjuiciados por manifestarse contra el régimen comunista en el verano de 2021.
El sábado pasado fue trasladado de la prisión de menores Jóvenes de Occidente, en El Guatao, La Lisa, al Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, por los persistentes dolores en dos hernias que tiene en la ingle, por más de un mes y gracias al reclamo de asistencia médica por parte de sus familiares.
La madre del detenido, Yudinela Castro, dijo a Radio Martí que fue avisada por el propio menor acerca de que lo estaban llevando para el centro médico.
Ella acudió al hospital y aseguró que oficiales del Ministerio del Interior (MININT) y personal médico le prohibieron el contacto con su hijo.
“El día ocho cuando lo llevaron a la consulta, el médico no me quiso dar participación para conocer lo que tenía el niño, no me dejaron siquiera acercarme para darle un beso a mi hijo, no me dejaban hablar con él, no me dejaban hacerle ningún tipo de preguntas, nada, nada", denunció la señora.
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"Lo llevaron cuatro mayores de la seguridad del estado, esposado con shakiras y cuando se lo llevaron de regreso al penal, yo intenté acercarme al médico para conocer el medicamento que le habían mandado y me dijo que no podía darme ningún tipo de orientación, por tanto tengo que esperar ahora a que le den la llamada telefónica a mi hijo para que me llame y me diga que medicamento fue el que recetó el médico”, contó.
El menor que es atleta de alto rendimiento, campeón provincial en su categoría en la especialidad de lucha libre, tiene varios problemas médicos y las condiciones en el penal donde lleva ya seis meses, son pésimas, denunció su mamá.
“Allí no hay ningún tipo de medicamentos para los menores presos, las medicinas tenemos que comprarlas nosotros los familiares para llevárselas el día de la visita. El niño ha sido operado de varias hernias en la ingle, también en el ombligo y hasta de varicocele, además de ser asmático y alérgico”, dijo la madre.
Castro criticó la labor del abogado que contrataron por más de cinco mil pesos cubanos para que llevara la defensa del joven.
“Bueno el abogado está trabajando muy mal, en más seis meses que lleva mi hijo preso lo vio solo en dos oportunidades, una en el técnico de 100 y Aldabó, y la otra ya en la prisión. Él sabe de mi hijo porque nosotros lo llamamos y le comentamos", dijo.
"Desde ayer lo estoy llamando para que me informe por fin sobre los juicios, porque ya yo me enteré que comenzarán en breve, y que se lo celebrarán a los manifestantes de Toyo en el Tribunal Provincial de La Habana, y no me atiende el teléfono, él no me orienta nada”, afirmó.
A pesar de su corta edad, Rowland estaba en custodia de su niño, abandonado por su madre y que vivía junto a él y Yudilena Castro en un consultorio médico en Arroyo Naranjo, local que ocuparon por no tener vivienda.
Grupos de derechos humanos han denunciado que 39 cubanos con edades inferiores a 21 años se encuentran bajo medida cautelar arbitraria y extrema de prisión provisional, a la espera de ratificación de condenas de hasta 23 años de privación de libertad.