El nefasto papel de foco antidemocrático que ha jugado el gobierno cubano en el desmantelamiento de la democracia en Venezuela afloró muy pronto en la entrevista concedida por Carrie Filipetti, subsecretaria de Estado adjunta para Cuba y Venezuela en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, al director de Noticias de Radio Televisión Martí, Jorge Jáuregui.
“Esta Administración está especialmente enfocada en la lucha por los derechos humanos en el hemisferio, y una buena parte de esa lucha empieza por Cuba”, le dijo Filipetti a Jáuregui. “Desde hace décadas, desde que se instauró la revolución, hemos visto cómo vienen minando continuamente las libertades fundamentales del pueblo cubano. Y ahora, además de socavar las libertades de los cubanos, están exportando su dictadura a Venezuela, lo cual afecta a toda la región”.
Así que nuestro enfoque es que podamos facilitar una transición a la democracia en Venezuela y que el régimen cubano tenga que rendir cuentas por el comportamiento que está perpetuando en el hemisferio, añadió la alta funcionaria del Departamento de Estado.
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A continuación publicamos la primera parte de esta entrevista:
Jorge Jáuregui: El régimen cubano se presenta como la víctima de Estados Unidos y lleva a cabo una campaña internacional en ese sentido. ¿Puede darnos un resumen de las sanciones impuestas por la administración Trump y explicar al pueblo cubano cómo se justifican?
Subsecretaria Carrie Filipetti: Siempre escuchamos esa acusación de Díaz-Canel y de Maduro, de que Estados Unidos de alguna manera es responsable de la crisis humanitaria en ambos países. Pero la realidad es que siempre ha habido una crisis humanitaria. El régimen cubano ha priorizado la ideología de su revolución en detrimento de las libertades de su pueblo.
Nuestro enfoque es que nuestras sanciones vayan dirigidas puntualmente a esos flujos financieros que benefician desproporcionadamente a los servicios militares, de seguridad y de inteligencia de Cuba, porque son las tres entidades con más responsabilidad directa en las violaciones de los derechos humanos en Cuba. La mayoría de nuestras sanciones han sido dirigidas contra las entidades directamente involucradas en el abuso de los derechos humanos, directamente involucradas en la represión, directamente involucradas en dar apoyo al régimen de Maduro contra los activistas democráticos dentro de Venezuela.
JJ: Hay otro ángulo también. ¿Considera Estados Unidos a Cuba una amenaza a sus intereses y a la estabilidad regional, no sólo por su presencia en Venezuela, sino por las repercusiones que podría haber en Colombia, Nicaragua, Brasil y Bolivia, por ejemplo?
CF: Absolutamente. El presidente de Estados Unidos Donald Trump ha destacado muchas veces que sólo tres países no son democracias en este hemisferio: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y Nicaragua y Venezuela se originan en Cuba. Cuba ha exportado su modelo de tiranía en el hemisferio y eso está teniendo su impacto. Recientemente, hace un par de semanas, vimos que las FARC y el ELN están resurgiendo y rearmándose. Esto es muy inquietante para Estados Unidos, porque tiene un amplio impacto directo sobre nuestro socio Colombia y en toda la región.
Cuba no debe continuar dando refugio a esos terroristas. Cuba no debe seguir promoviendo el tráfico de drogas, como hace. Y Cuba no debe continuar fomentando las dictaduras. Todas estas cosas también están causando migraciones ilícitas. Están causando muchos problemas para los venezolanos; son la segunda población más grande de refugiados del mundo. La gente no habla del hecho de que los números de ellos se están acercando cada día más a las cifras de Siria. Y nosotros responsabilizamos al régimen cubano por eso.
JJ: En la región también hay factores externos. Están Rusia, la participación de China, Irán y elementos de Hezbolá. ¿Cómo hace Estados Unidos para monitorear esta situación?
CF: Es una coalición increíble. Irán, Siria, Corea del Norte, Rusia, Venezuela y Cuba. Y creo que los integrantes de ese grupo dicen todo lo que debes saber sobre sus prioridades e intereses. Hemos visto, en especial, que el régimen venezolano se ha concentrado menos en dar ayuda humanitaria urgente a su pueblo y más en continuar dando petróleo a los rusos y chinos. También hemos visto que le dan prioridad al envío de crudo a Cuba, pues, en esencia, están canjeando ese petróleo por métodos de represión para usar contra su propio pueblo. Así que estamos enfocados en esas relaciones y lo monitoreamos con una variedad de medios y hacemos lo necesario para combatirlos.
JJ: Usted dijo que las sanciones funcionan y que Estados Unidos está armado con la verdad cuando explica la situación de los derechos humanos en ambas naciones. Recientemente, el gobernante Miguel Díaz-Canel pidió en televisión ayuda al pueblo cubano debido a la crisis energética. ¿Puede explicar cómo las sanciones de la administración Trump son dirigidas contra el régimen comunista y no contra el pueblo?
CF: Hay varias maneras, pero primero voy a empezar con Díaz-Canel y sus acusaciones, y su insistencia en que el pueblo soporte el peso de lo que esencialmente es su mal manejo de la economía. Díaz-Canel y el régimen castrista han impedido por décadas la privatización de la industria. Les han prohibido a la gente tener empresas privadas que podrían generar éxito financiero. Han obligado al pueblo a depender de actores externos, primero la Unión Soviética y ahora los venezolanos, y son ellos los responsables de esta crisis humanitaria y energética dentro de Cuba.
Acerca de nuestra política de sanciones, todo está enfocado en la pregunta: ¿Qué está beneficiando de forma desproporcionada al régimen cubano? Así que miramos cosas como nuestra política de remesas anunciada el viernes pasado [6 de septiembre]. Lo que esa política hizo fue reconocer la triste realidad de que, desafortunadamente, los cubanos no pueden recibir un ‘salario digno’ de su gobierno, dependen de remesas de sus familiares en Estados Unidos. Así que lo que hicimos fue entender cuánto dinero podía ser ofrecido para garantizar que pudieran seguir apoyando a los miembros de sus familias, mientras se limitaba lo que llegaba al régimen cubano.
Hemos prohibido cualquier remesa a miembros del Partido Comunista o sus familias, y no hay un límite máximo sobre remesas a grupos de derechos humanos, humanitarios y otros. Eso es un pequeño ejemplo de lo que hacemos y consideramos cuando implementamos sanciones, porque no queremos empeorar la situación del pueblo cubano. Ellos han sufrido lo suficiente, por décadas. Nosotros queremos hacer lo que podamos para ofrecerles apoyo a ellos y apoyo a sus industrias, mientras tomamos medidas para que ese dinero no sea desviado al régimen cubano.
JJ: ¿Cómo hace Estados Unidos para contrarrestar la propaganda de Cuba en círculos diplomáticos y en los medios?
CF: En esto hemos tenido un éxito significativo recientemente. Por muchos años, Estados Unidos estaba básicamente solo en sus denuncias de las violaciones a los derechos humanos en Cuba. Pero recientemente, debido a la crisis en Venezuela y a que la región ha perdido interés en ver a la dictadura perpetuarse en su país, estamos viendo a países unirse a nosotros, para insistir en que todos en la comunidad mundial deben responsabilizar a Cuba por sus atropellos a los derechos humanos.
Creo que ese nexo de Cuba y Venezuela ha sido enormemente importante en círculos diplomáticos. También creo que influyen los informes de prensa que han salido a la luz y que han dado a conocer exactamente cómo el régimen cubano estaba involucrado en cosas como apoyar el trabajo forzoso, manipular y comercializar ayuda humanitaria. Esas cosas son muy importantes para nuestros aliados que están preocupados por los derechos humanos y están empezando a ver la verdad sobre el régimen cubano.
JJ: ¿Qué repercusiones podría tener sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba y Venezuela la salida de John Bolton del cargo de Asesor de Seguridad Nacional?
CF: Ayer, el Presidente publicó un tuit sobre este tema. Entendemos que había muchas preguntas sobre qué pasaría tras esa salida. Trump habló claramente y dijo que sería aún más duro con los regímenes de Cuba y Venezuela.
JJ: ¿Cómo puede Estados Unidos ayudar al pueblo de Cuba a aliviar sus dificultades cotidianas?
CF: Sí, de nuevo, debemos estar concentrados en proporcionarles lo que podamos. Nuestra Embajada en La Habana está muy enfocada en divulgar las voces de las comunidades disidentes y denunciar cuándo el régimen está violando los derechos humanos. Recientemente discutimos sobre Roberto Quiñones, quien fue arrestado y condenado a un año de trabajo forzoso sólo por haber reportado cuestiones de libertad de culto. Tratamos de generar atención sobre casos de ese tipo, de modo que haya más voluntad en la comunidad mundial para responsabilizar al régimen cubano. También hacemos lo que podemos para dar apoyo a empresas privadas. Nos aseguramos de que haya excepciones a nuestras sanciones para que los fondos lleguen a los cubanos de a pie.
JJ: En otro tema. Hay casos que no han sido resueltos, como los problemas de salud padecidos por nuestros diplomáticos en Cuba. También hay fugitivos de Estados Unidos que son protegidos en Cuba. ¿Ha habido progreso en la resolución de esos casos?
CF: Sobre los incidentes de salud: es algo que ha sido muy importante para el Departamento de Estado desde que ocurrió. Afortunadamente, no ha sucedido nada similar desde hace tiempo. Pero no tenemos nada que reportar acerca de qué le ocurrió exactamente a nuestro personal. Lo que sabemos es que algo ocurrió. Vimos cómo profesionales de la salud reportaron un cambio significativo para muchos de nuestros trabajadores. Estamos dedicados a averiguar qué pasó. Lamentablemente el gobierno cubano no ha brindado información a nosotros, aunque dice que investigó el asunto. Estamos limitados por el tamaño de nuestra Embajada. Podríamos hacer mucho más, como facilitar visas para el pueblo cubano, pero no tenemos suficiente personal para hacerlo. Queremos saber qué pasó, para proteger nuestro personal y potencialmente a diplomáticos de otros países también.
JJ: ¿Y qué hay de nuevo sobre los fugitivos protegidos en Cuba?
CF: Desafortunadamente, no tenemos nada que reportar sobre ese tema en estos momentos.
Mañana, en la segunda parte de esta entrevista, Filipetti habla de política migratoria y otros temas regionales.