El libro se titula “La Libertad o la Muerte”, y su autor se llama Arsène Sabanieev, nació en Ucrania y desde niño viajó con su madre a Francia, a Lille, donde se quedaron a vivir, ella a trabajar y él a estudiar.
Sabanieev estudió medicina, es anestesista-reanimador o urgentista. Tiene su propia familia y una niña pequeña a la que dedica el libro.
Al entrar en la librería Culture reparé en el título; en la portada, la foto del autor vestido con todo el arsenal militar. Avizoré un gesto determinante en el rostro y me dije, debo leerlo.
Es un gran libro, sin duda alguna, escrito por un joven valiente, por un patriota ucraniano, como él mismo se define, pese a las décadas pasadas en Francia, su país de adopción.
La lectura de una obra como “La Libertad o la Muerte”, con semejantes características de entereza y decisión, duele por cada palabra, afecta con cada frase; sin embargo, debemos conocer la situación de estos combatientes, cuyas vidas fueron redirigidas hacia un destino con el que no habían contado ni por asomo.
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Cuando el 22 de febrero del 2022 Vladimir Putin y Rusia invaden y le hacen la guerra a su país, Ucrania, el joven médico se encuentra con su esposa francesa cerca de Kyiv, con la idea de visitar a sus familiares y de visitar también el país como turistas. No pudo ser.
Deberán huir hacia Polonia y allí, una vez que atravesaron la frontera, Sabanieev no desea hacer declaraciones a los numerosos micrófonos de la prensa extranjera que se tienden hacia ellos: los primeros refugiados ucranianos.
En aquel instante sólo lo inunda un pensamiento, poner a salvo a su pareja, y cuando lo consiga, regresar para poder ayudar a los suyos.
Ese anhelo se convierte en el sentido más profundo de su vida, y su único objetivo es que Ucrania gane esta guerra y que Rusia, tal como la conocemos, desaparezca. Lo dice sin tapujos, lo escribe sin miedo. No habla con rencor ni con venganza, se manifiesta de tal modo desde la experiencia que ha vivido bajo los bombardeos, como un soldado más, con una misión: salvar a los heridos, asistir a los moribundos. Para un joven de 33 años esto resulta definitivo y definitorio.
Una prosa bien cuidada, acompañada por el gran reportero de La Voix du Nord, Éric Dussart, quien es también un experto en Ucrania, pues ha viajado al Donbass desde el 2014.
“Una parte de mi alma quedará siempre en el frente de guerra en Donbass”. Ha ido allí por convicción, por patriotismo, como él mismo reitera, mientras describe su acción de profesional de la medicina como la de cualquier hombre cuya defensa de su país ha querido asumir sin vacilaciones.
Una historia de compromiso y vida, por la libertad o la muerte.