Un mes después de que la milicia yihadista Al-Shabab informara que los médicos cubanos Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez habían fallecido en un ataque en Somalia, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo que los datos recopilados hasta el momento eran “escasos” y “contradictorios”.
El funcionario le pidió comprensión al pueblo y a los familiares de los doctores, secuestrados desde 2019 en Kenia mientras trabajaban en una misión médica del régimen en ese país. Según dijo, han hecho gestiones, pero “muchas deben ser discretas”.
“Hemos sido muy respetuosos con sus familiares en el manejo de información pública”, afirmó el ministro.
Rodríguez Parrilla se quejó además de que Estados Unidos aún no ha respondido a las interrogantes que le han hecho formalmente para esclarecer lo ocurrido.
“Hemos solicitado información a Estados Unidos, que aún no ha compartido con nuestro país. Fuerzas de Estados Unidos han operado en la zona. Compartiremos la verdad con los familiares y el pueblo, pero algunas gestiones de esta naturaleza toman tiempo y son muy delicadas. No pararemos hasta alcanzar un nivel de comprobación de los datos, que hasta ahora son escasos e, incluso, contradictorios”, comentó.
El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Esteban Lazo Hernández, fue enviado a Kenia en febrero pasado en busca de “cooperación”. No obstante, el ministro aclaró que aunque el gobierno dio reportes "valiosos" persisten "interrogantes a las que es necesario encontrar respuesta".
El grupo Al Shabab, afiliado desde 2012 a la red Al Qaeda, dijo que los médicos murieron el 15 de febrero en un ataque de drones estadounidense en Middle Jubba. Unos días después un funcionario del Departamento de Defensa, citado por la cadena CNN, dijo que no existían "pruebas creíbles de que hubo víctimas civiles en el ataque", pero aclaró que seguirían investigando.
Un familiar de los médicos confirmó a Martí Noticias que luego de la comunicación de Al Shabab fueron contactados por altos funcionarios del gobierno cubano. “Estamos desesperados. El ministro de Salud nos llamó para decirnos que hubo un bombardeo y que es posible que estén muertos, pero no hay nada confirmado”, dijo en ese momento la fuente.
Tras casi cinco años secuestrados, el régimen de La Habana solo ha insistido en que investigan lo ocurrido pero no han ofrecido otros datos al respecto.