La Habana aplaza asambleas de barrio ante el creciente malestar popular generado por el paquetazo

Foto Archivo. Cubanos en una reunión del CDR en septiembre de 2019. Las asambleas de rendición de cuentas han sido postergadas nuevamente ante el creciente malestar popular generado por el paquetazo. REUTERS/Alexandre Meneghini

El Consejo de Estado prorrogó, por segunda vez consecutiva, el proceso de las Asambleas de rendición de cuentas del delegado del Poder Popular a sus electores, poco tiempo antes de la aplicación de las medidas más impopulares del llamado “paquetazo”.

Activistas expertos entrevistados por Martí Noticias coincidieron al afirmar que el régimen ha optado por bloquear, momentáneamente, las rendiciones de cuentas porque podrían poner a flote la crispación de la población.

En una nota publicada en la web de la Presidencia, se indicó que "el primer proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores del XVIII mandato de las asambleas municipales del Poder Popular" quedaría "pospuesto".

El órgano de Gobierno determinó que evaluará la celebración de esas reuniones "más adelante en el año ".

“Lo primero que hay que considerar es que esta es la segunda suspensión que se hace del proceso de rendición de cuentas”, indicó, desde Buenos Aires, Raudiel Peña, coordinador del Observatorio Legislativo de Cuba, una iniciativa de la red DemoAmlat que se ocupa de hacer visibles las principales amenazas a la democracia en la región, en especial en los regímenes autoritarios.

El anterior aplazamiento de este proceso asambleario había sucedido el pasado octubre que se avisó se celebraría durante el primer trimestre de 2024.

“Las implicaciones para la población son que, esencialmente, en una situación tan difícil como la de Cuba, no se está desarrollando uno de los pocos espacios que tiene la ciudadanía en Cuba para debatir sobre, por ejemplo, su inconformidad, o no, con las recientes medidas que anunciaron las autoridades cubanas o sobre determinados temas locales, de sus comunidades, la recogida de la basura, la situación con la distribución de los alimentos normados, la salud pública en su comunidad, o la educación”, señaló el especialista.

Peña subrayó que ambos retardos se dan en entornos en los que más precario se vuelve el aseguramiento de los derechos económicos, sociales y culturales “de que tanto se vanaglorian las autoridades cubanas”.

“Se suspenden en octubre cuando estaba la situación energética muy compleja en el país, los apagones y demás y se vuelven a suspender ahora en enero después del anuncio de las medidas de ajuste que llevan aumento de precio en algunos productos, de las tarifas [de servicios], el aumento del combustible”, apuntó.

“Es decir, no están las condiciones creadas para que la retroalimentación que se da en esas asambleas, sea ‘muy favorable’ para las autoridades, sino todo lo contrario, pueden ser espacios muy críticos sobre la situación del país, sobre las nuevas medidas anunciadas y entonces en ese contexto, pues mejor no debatir, no darle espacio a la gente para que se pronuncie al respecto”, detalló.

Después del estallido del 11 de julio de 2021, grupos de ciudadanos han protagonizado reclamos frente a las oficinas del Poder Popular, del Partido Comunista de Cuba y otras estructuras de gobierno, pero, generalmente, los representantes locales no han cumplido sus promesas para calmar el malestar de la población.

“Estamos en un tiempo en que ya se les acabaron las justificaciones con el ciudadano cubano de cómo resolver sus problemas medulares y ya el ciudadano cubano no es el mismo de hace 10 años, antes, no se expresaba abiertamente en las calles sobre toda la problemática política, económica y social que hay en Cuba, pero ahora sí lo hace mucho más. Después del 11 de julio, el Estado cubano teme y por eso pospuso la rendición de cuenta. ¿Qué explicación le pueden dar al ciudadano de por qué esos problemas no se solucionan, de por qué no puede expresarse libremente, por qué puede ser reprimido, acosado, encarcelado por la policía y los servicios de inteligencia cubana?”, puntualizó el analista habanero Fernando Palacios.

“El gobierno cubano ha tenido que reprimir, pero también se ha visto contra la pared ante los reclamos que le hacen los ciudadanos. El Estado cubano está ahora en un momento en que no sabe cómo justifica su ineficiencia, cómo justifica la destrucción que tiene en el país y está en un callejón sin salida, tanto en la parte política económica como social”, precisó Palacios.

El primer ministro, Manuel Marrero, advirtió que la estrategia económica presentada en diciembre "pasa a ser la prioridad principal del trabajo del Gobierno en el año 2024. El aseguramiento político y comunicacional a su implementación y el apoyo de los factores en todas las instancias resultan claves para brindar la mayor cantidad de información al pueblo, con el objetivo de esclarecer cualquier inquietud".

Es evidente, de acuerdo a nuestros entrevistados, que el Gobierno teme a las consecuencias que pueden resultar de las asambleas de rendición de cuentas.

El usuario de Facebook Isaac Galano Peña escribió que “ahora es que necesita la rendición de cuentas el delegado..Me gustaría verlo ..para desahogarnos jajaja!

En tanto, la forista que se hace llamar Caridad Zayas plantea que lo que hay que hacer es hablar claro en las rendiciones de cuentas con los delegados y no quejarse más de lo que el pueblo necesita” y más adelante agrega “para eso hay una masa que está representando a nuestro país, hay que hablar sin ñoñería sino no se moleste en ir y que la vida siga como está”.

El periodista independiente camagüeyano José Luis Tan Estrada considera que la suspensión del proceso asambleario de base demuestra la grave crisis que está viviendo el régimen cubano, principalmente, la cúpula del poder “en un 2023 que ha sido uno de los peores años de la historia”.

“Un año caótico, muy duro para el cubano, sumergido en un aumento de la represión política, aumento del hambre, la escasez, en una crisis económica muy profunda y en una etapa de migración de las más grandes de la historia y el régimen está consciente que ninguna de sus medidas ha podido sacar al país de la crisis y que no van a sacar al país de la crisis, ni van a aliviar la vida de los cubanos”.

Miguel Díaz-Canel prometió que las medidas del nuevo paquete se aplicarán cuando estén las condiciones creadas en el país, pero el precio de los combustibles se elevará el 1 de febrero y las tarifas del transporte, el 1 de marzo.

También juró que su implementación será gradual, respetando “el principio de la Revolución de que nadie quedará desamparado”.

Tan Estrada trajo a colación el descontento de la población ante la falta de sensibilidad y la desidia que va desde los mismos delegados de las circunscripciones hasta el presidente Díaz Canel.

“Los delegados de las circunscripciones son el eslabón más bajo en la cadena de mando del régimen, son los que tienen que dar la cara a los cubanos y ni los delegados, ni los presidentes de consejos populares, ni los presidentes del Gobierno, ni la cúpula del régimen hacen nada para aliviar la vida del cubano. Lo vemos a diario en los basureros en las esquinas, en las calles llenas de huecos, en las casas donde hace más de 15 o 20 días que no cae agua, en las mesas donde solo hay un plato fuerte, que la mayoría no logran comer ese plato fuerte”.

“Entonces, el régimen no quiere darle la cara al cubano. Sabe que, en una asamblea de rendición de cuentas, los cubanos van a tener el momento para desahogarse y encarar a las autoridades. Para mí es una muestra de cobardía y de miedo que tienen los gobernantes de enfrentar a la población”, recalcó el comunicador.