El consumo de alcohol aumenta en Cuba, según una encuesta Nacional de Salud realizada entre 2018 y 2020, y dada a conocer la pasada semana por el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
De acuerdo al reporte oficial, 73% de los encuestados admitió haber consumido bebidas alcohólicas en los 30 días anteriores, a diferencia de en 2010, cuando en un sondeo similar lo hizo el 67%.
Sobre el tema, el opositor y pedagogo Moisés Leonardo Rodríguez, desde Cabañas, en la provincia Artemisa, dijo a Radio Martí que “la oferta de bebidas es grande”, tanto en los comercios estatales como en el mercado informal.
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Reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí
En la calle se puede encontrar desde la llamada “gualfarina, una bebida (alcohólica) elaborada en casa, y otras más que no dejan de producirse, y eso se consume en grandes cantidades, porque es la más barata, la más asequible”, señaló.
El opositor añadió que los cubanos asocian “recreación con bebida”, en referencia al alto consumo de alcohol en actividades recreativas y lugares como la playa, los parques, las concentraciones masivas de personas y los hogares.
Sobre la encuesta, el titular de Salud Pública de Cuba manifestó que “lamentablemente, también se aprecia que el 68% comenzó a consumir alcohol entre los 10 y 19 años".
En opinión de Rodríguez, el tiempo libre y la falta de opciones para los jóvenes son algunas de las razones que han llevado a esta situación.
“En esto juega un papel determinante el empleo del tiempo libre. Recuerdo cuando los años 70, 80, cuando la práctica del deporte era algo habitual… Se ha perdido el carácter sano del empleo del tiempo libre, al no haber opciones recreativas, culturales, que realmente atraigan a los jóvenes. Entonces, la juventud tiene esa energía que tiene que gastar en algo, y ahí es donde la oferta revolucionaria, entre comillas, son las fiestecitas mediando el alcohol”, subrayó.
La última Encuesta Nacional de Salud entrevistó a 15.893 cubanos, 14.339 adultos y 1.554 niños, residentes en 41 municipios. Según los datos, entre un 7% y un 10% de la población en la isla tiene problemas de alcoholismo.