Tres meses después de anunciada la firma de la Declaración Los Ángeles en la Cumbre de las Américas de junio pasado, representantes del gobierno de Estados Unidos y de casi una veintena de países de la región se dieron cita en Washington para lanzar el plan que implementa la iniciativa de Migración y Protección en la que ya trabajan.
La Casa Blanca informó que en el encuentro celebrado el lunes, los representantes estadounidenses Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional, y la también asesora Liz Sherwood-Randall, “reiteraron que la migración irregular y el desplazamiento forzado en el hemisferio occidental han cambiado drásticamente en las últimas décadas, lo que requiere soluciones regionales nuevas y coordinadas para enfrentar un desafío cada vez mayor”.
Entre casi dos docenas de países representados, el comunicado indica que estuvieron presentes representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras.
Según la lectura del encuentro, los gobiernos “reafirmaron su disposición a profundizar la cooperación y alinear políticas para reducir la migración irregular”.
Estados Unidos enfrenta una de las mayores olas migratorias de las últimas décadas, con la afluencia mayoritaria de venezolanos, nicaragüenses y cubanos entrando de modo irregular por la frontera sur.
La Patrulla Fronteriza de EEUU informó que el total de detenciones acumuladas del 1 de octubre de 2021 al 31 de agosto de este año suman 2.493.723. La gran mayoría de las detenciones ocurrieron en la frontera sur, informó la entidad. En el año fiscal 2021, las autoridades detuvieron a 1,7 millones de inmigrantes irregulares.
La implementación de la Declaración de Los Ángeles busca promover la estabilidad y la asistencia para las poblaciones desplazadas, las vías legales como alternativa a la migración irregular y la gestión humanitaria de las fronteras.
EEUU informó haber realizado más de 5.000 arrestos en los últimos cinco meses como parte de su campaña contra el contrabando de personas.
Los republicanos han criticado enérgicamente la política migratoria del presidente Joe Biden al asegurar que el mandatario mantiene las fronteras abiertas, apuntando directamente al flujo incesante de solicitantes de asilo que llegan a territorio estadounidense.
(Artículo de la Voz de América)