Desde el pasado sábado se encuentra de pase el preso político Carlos Ernesto Díaz González, conocido como Ktivo Disidente. Es la primera vez que goza de este beneficio, tras ser trasladado el 17 de febrero a la prisión Baldosa, en Cienfuegos, a un régimen de menor severidad.
Fue condenado en noviembre de 2022 a dos años y seis meses de prisión por los cargos de “desobediencia” y “desacato” después de permanecer por más de 6 meses en la prisión de Ariza, también en Cienfuegos. Su delito: subirse en mayo de 2022 en el muro de un parque infantil en el Boulevard de San Rafael, en La Habana y desde allí pedir libertad para los presos políticos cubanos.
Desde Cienfuegos, Ktivo explicó a Radio Martí que lo habían querido sacar de prisión con anterioridad, pero él se encontraba plantado. Señaló que las autoridades le habían asegurado que le darían un pase a los 10 días, tras el cambio de régimen, algo que no se cumplió y que se tramitaría su salida del país.
“Me dijeron: 'mira, Ktivo, sale para campamento, nosotros te vamos a dar un pase a los 10 días de estar ahí, para que tú recuperes un poco de fuerza'. Al final, nunca me lo dieron. El pase me lo dieron a los dos meses, parece que estaban esperando a que engordara un poquito”, refirió el opositor.
Díaz González, integrante del Foro Anti totalitario Unido, FANTU, se manifestó en diciembre de 2020 pidiendo libertad de Luis Robles y
posteriormente se unió a la plataforma Archipiélago y fue detenido en noviembre de 2021, la víspera de la Marcha Cívica por el Cambio, por pegar carteles de protesta en Cienfuegos.
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En la conversación con Radio Martí, advirtió que corre el riesgo de regresar a prisión de un momento a otro, ya que no ha mermado en nada su activismo: “Mi papel está hecho y hasta las últimas consecuencias yo pelearé por mi libertad y la de mi pueblo, con eso pueden contar”.
El opositor de 40 años comentó que se siente feliz de este encuentro con su familia y con sus padres, que, aunque son personas que en algún momento optaron por comulgar con el régimen cubano, espera que recapaciten a tiempo y se den cuenta de que han estado equivocados.
“Estoy feliz de estar con mi hijo, de poder estar con mi esposa, con mi familia. Estoy, primero que todo, orgulloso de haber podido aguantar, con el apoyo de mis amigos, con el apoyo de FANTU y eso me ha dado mucha fuerza”, aseguró el preso político.
Ktivo afirmó que se siente orgulloso de contar con el apoyo de sus amigos del FANTU y de todos los cubanos comprometidos con la libertad de Cuba.
“Como mismo dice nuestra consigna: Libertad o Irreverencia. Es una disyuntiva que tenemos: o somos libres o no rendimos culto a persona o entidad que pretenda imponernos ideología”, dijo.
“En Cuba hay personas que no aceptan que no seamos comunistas y coexistamos pacíficamente. Es revelador haber decidido pelear contra la mafia comunista que dirige la familia Castro y el Partido Comunista de La Habana”, precisó.
Para él, su protesta en el Boulevard de San Rafael fue un momento tremendo en su vida, porque sintió que el pueblo estaba dispuesto a marchar junto a él: “Cuando me bajaron, yo no fui golpeado ahí porque había un grupo de personas que le decían a la policía: ‘¡No lo vayas a tocar, no le vayas a dar golpe!’”, recordó.