En vísperas de la votación que Naciones Unidas dedica cada año a un proyecto de resolución presentado por el régimen cubano para condenar el embargo económico de Estados Unidos, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak, publicó el martes en Twitter una serie de mensajes que intentan desenmascarar la operación como una maniobra de encubrimiento político.
“El voto de Cuba en la ONU sobre el embargo es una distracción diseñada para encubrir abusos del régimen de Castro en Cuba y Venezuela”, escribe Kozak. “Si el régimen quiere legitimidad internacional, debe poner fin a sus abusos de los derechos humanos, y la comunidad internacional debe insistir en ello”.
Para los voceros del régimen, se trata simplemente de “presiones y chantajes” que el Departamento de Estado despliega contra los países miembros de la ONU.
“Lejos de atender al reiterado llamado de la comunidad internacional que durante más de dos décadas ha adoptado esta resolución de manera prácticamente unánime, Estados Unidos realiza maniobras adicionales para dificultar su adopción”, declaró en Nueva York el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, citado por el periódico Granma.
Está previsto que la Asamblea General de Naciones Unidas discuta y apruebe entre miércoles y jueves el documento presentado por La Habana.
“Castro culpa a otros en lugar de corregir sus propios fracasos económicos”, escribe en Twitter el subsecretario de Estado de Estados Unidos. “¿El resultado? Los cubanos sufren escasez de alimentos, salarios inadecuados y apagones. Castro y Díaz-Canel deben parar de culpar y empezar a reformar”.
La ya habitual campaña que emprenden en Nueva York los diplomáticos cubanos para lograr que la ONU condene el embargo se tiñe esta vez del silencio del régimen de La Habana ante insistentes denuncias de defensores de derechos humanos por la arbitraria detención del líder de UNPACU, José Daniel Ferrer, y otros tres miembros del grupo.
“La propaganda del régimen cubano en la ONU distrae de problemas reales que enfrenta el pueblo cubano, como continuos abusos de derechos humanos, incompetencia económica y encarcelamiento de activistas políticos”, dice otro de los mensajes publicados por Kozak. “Castro y Díaz-Canel bloquean cambios positivos para Cuba”.
De acuerdo con las declaraciones de Rodríguez Parrilla citadas en el sitio de internet del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, las embajadas de cuatro naciones latinoamericanas fueron convocadas por el Departamento de Estado en Washington con el objetivo de obtener su voto en contra del proyecto de resolución.
Seis embajadas estadounidenses en otros tantos países latinoamericanos también dedicaron “intensas gestiones” a ejercer presión “para que cambien su voto”, añade el MINREX.
“El próximo voto de Cuba en ONU sobre embargo es ejercicio ritual de culpar a EEUU por mal manejo del régimen de Castro, responsable directo de obstaculizar crecimiento y prosperidad de Cuba”, dice Kozak en otro tuit publicado el martes.
En una serie de mensajes también publicados en Twitter, los voceros del régimen cubano presumen, entre otras cosas, de que “a pesar de que el ‘bloqueo’ es real, la esperanza de vida en Cuba ha igualado y superado a la de Estados Unidos desde el triunfo de la revolución cubana”.