Un jurado de una corte federal en Nueva York otorgó el martes a una antigua columnista unos 5 millones de dólares después de concluir que Donald Trump era responsable de abusar sexualmente de ella 20 años antes de convertirse en presidente estadounidense y luego la difamó al descartar el encuentro como un "engaño".
El jurado de nueve miembros, seis hombres y tres mujeres, llegó a su decisión después de tres horas de deliberación. Era la primera vez que Trump se enfrentaba a un juicio para rendir cuentas sobre los señalamientos generalizados de mujeres que durante muchos años lo han acusado por actitudes sexuales no deseadas.
El jurado rechazó la afirmación de E. Jean Carroll, que ahora tiene 79 años, de que Trump la había violado en el vestidor de los lujosos grandes almacenes Bergdorf Goodman en Nueva York en algún momento de 1996. Pero concluyó que él abusó sexualmente de ella y le otorgó alrededor de 2 millones de dólares por esa acusación.
Asimismo, el jurado le otorgó a Carroll otros 3 millones por las repetidas afirmaciones de Trump -tanto públicamente como en sus cuentas de redes sociales- de que sus acusaciones eran "una estafa" y "una completa estafa".
Carroll salió del juzgado sonriendo, pero no se detuvo a hablar con los reporteros.
Una mujer le gritó: "Eres tan valiente y hermosa", ante lo que Carroll contestó: "Gracias, muchas gracias".
El veredicto, “una vergüenza”
Trump criticó la decisión, insistiendo en que es víctima de una cacería de brujas.
“Este veredicto es una vergüenza, una continuación de la caza de brujas más grande de todos los tiempos”, publicó el expresidente, usando todas las letras mayúsculas, en redes sociales.
"No tengo ni idea de quién es esta mujer", dijo sobre Carroll.
Trump se postula para la nominación presidencial republicana de 2024 después de perder la reelección de 2020. Se enfrenta a varias investigaciones penales derivadas de sus esfuerzos por anular el resultado electoral de 2020 y la retención de documentos confidenciales de su presidencia en su residencia de Florida.
Las acusaciones hechas por Carroll, no obstante, fueron juzgadas en un caso civil, no penal, y como resultado no implicaban una amenaza de condena o encarcelamiento para Trump, de 76 años.
En cambio, el jurado tuvo que decidir por voto unánime si había una preponderancia de evidencia para creer la afirmación de Carroll de que durante de un encuentro casual con Trump, él la atrajo a un probador en el departamento de lencería, rápidamente la inmovilizó contra un pared, bajándole las medias, abriendo su bragueta y agrediéndola sexualmente.
Trump no apareció en la sala del tribunal, ni estaba obligado a hacerlo, para escuchar el relato de Carroll. Otras dos mujeres testificaron en su nombre que Trump las agredió hace décadas de manera similar: una antigua corredora de bolsa dijo que la manoseó en la cabina de un vuelo de primera clase con destino a Nueva York y una periodista alegó que de repente comenzó a besarla mientras trabajaba en una historia para la revista People en el primer aniversario de su matrimonio con su tercera esposa, la ex primera dama Melania Trump.
No se llamaron testigos de la defensa
El abogado defensor de Trump, Joseph Tacopina, no llamó a testigos de la defensa en el caso y en su lugar trató de socavar el relato de Carroll sobre el incidente, señalando que ella no podía recordar la fecha exacta en que ocurrió el ataque, que nunca lo reportó a la policía ni fue a un hospital para recibir tratamiento, y que solo hizo pública su acusación por primera vez en un libro de memorias de 2019.
"Es la historia más ridícula y repugnante. Simplemente se lo inventó", dijo Tacopina a los miembros del jurado en su alegato final el lunes.
Anteriormente, cuando se abrió el caso hace dos semanas, Tacopina señaló que "no hay testigos a los que llamar para probar una negativa" y que los miembros del jurado tendrían que "creerse lo increíble" para fallar a favor de Carroll.
Carroll buscó una retractación de lo que afirma fue una negación de Trump del incidente, además de daños monetarios no especificados.
En el estrado de los testigos, Carroll hizo un relato mordaz de su encuentro con Trump, aunque reconoció que no podía determinar con precisión la fecha en que ocurrió, si bien indicó que podría haber sido en la primavera de 1996, un jueves temprano por la noche, cuando la tienda estaba abierta hasta más tarde.
Carroll testificó que Trump usó su peso para sujetarla contra el recinto del vestidor. "Lo estaba empujando hacia atrás", dijo. “Estaba casi demasiado asustada para pensar”.
"Sus dedos entraron en mi vagina, lo cual fue extremadamente doloroso", dijo Carroll. “Luego, él insertó su pene”, relató antes de decir que usó su rodilla para empujarlo y huir.
La mujer dijo que estaba tan traumatizada por el incidente que le dejó "incapaz de volver a tener una vida romántica".
Durante el extenso interrogatorio de Tacopina, Carroll reconoció que no gritó pidiendo ayuda.
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En una declaración en video grabada en octubre pasado que los abogados de Carroll mostraron al jurado, Trump afirmó que no habría atacado a Carroll, una vez animadora de la Universidad de Indiana y reina de belleza en la escuela, porque no era su tipo. Pero socavó su propia afirmación cuando le mostraron una foto de sí mismo con Carroll en un evento social en Nueva York en la década de 1970, al identificarla erróneamente como su segunda esposa, Marla Maples. Luego reconoció que sus tres esposas eran el tipo de mujeres que le atraían.
Los abogados de Carroll también mostraron al jurado el video de 2005 del programa de televisión de celebridades ’Access Hollywood’, en el que Trump afirmaba que las mujeres le permitían comenzar a besarlas y agarrarlas por los genitales porque era una estrella.
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, lamentó que Trump no compareció ante el tribunal para testificar en el caso, pero sostuvo en su declaración final ante el jurado que el video mostraba cómo éste trataba a las mujeres.
"¿Qué está haciendo él aquí?" preguntó Kaplan al jurado. “Les está diciendo con sus propias palabras su modus operandi. Su modus operandi indica que las besó sin su consentimiento”.