El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas registró un total de 130 denuncias de violaciones a los derechos de los presos en el mes de julio.
Según un informe divulgado este jueves por esa plataforma independiente, los hechos documentados ocurrieron contra 94 reclusos en prisiones cubanas.
"El mes de julio en las cárceles cubanas lleva la marca de la represión que las autoridades carcelarias y la Seguridad del Estado articulan en los días previos y posteriores al aniversario de las protestas del 11J", destaca el informe.
Algunas de las estrategias represivas reflejadas en el informe fueron "los traslados transitorios y hacia otras provincias, reclusión en celdas de castigo, prohibición del uso del uso de ropa blanca o negra y amenazas para castigar o evitar la realización de acciones para conmemorar el el aniversario del del 11 de julio", a tres años de las protestas multitudinarias de ese día en la isla.
Las provincias con mayor cantidad de eventos registrados fueron La Habana (30), Camagüey (21) y Mayabeque (14), y entre las cárceles el Combinado del Este en La Habana (18), la prisión de Guanajay en Artemisa (8), así como la Prisión Provincial de Las Tunas y la prisión de Quivicán, en Mayabeque (ambas con 7), precisaron.
La ONG, advirtió que estas cifras constituyen "un subregistro importante de las violaciones que realmente ocurren, debido a la imposibilidad de las organizaciones de la sociedad civil de acceder a las prisiones, así como la represión y el férreo control de la información ejercido por las autoridades carcelarias".
Esta semana el Centro de Asesoría Legal Cubalex también publicó un informe en el que exponen las condiciones de aislamiento y castigo en las prisiones de la isla a partir de testimonios de ex prisioneros y familiares de presos.
"La duración excesiva del aislamiento, la falta de revisión independiente y la insuficiente protección para grupos vulnerables son incompatibilidades significativas que pueden conducir a abusos y violaciones de derechos humanos. Estas prácticas no solo afectan físicamente a los reclusos, sino que también tienen un impacto devastador en su salud mental y bienestar general", indicaron.
Asimismo, explicaron que el uso del aislamiento en Cuba no solo se limita al confinamiento, sino que a menudo "incluye prácticas adicionales de tortura y castigo".